Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Conviene pensar, como dice la expresión popular, dos cosas juntas (y si es posible, más de dos), para situar los hechos en un marco general. Un par de noticias de ayer nos pueden servir como ejemplo.

Por un lado, la jueza penal Silvia Urioste dispuso el procesamiento de cuatro militares retirados y otros tres en situación de reforma, por su responsabilidad en torturas a detenidos en el centro de reclusión clandestina llamado 300 Carlos o Infierno Grande, que funcionó de 1975 a 1977. Cuatro de ellos nunca habían estado presos por causas vinculadas con violaciones de los derechos humanos.

Por otro lado, hay tensiones dentro del oficialismo, entre Cabildo Abierto (CA) y los partidos Nacional y Colorado. Legisladores de estos dos últimos quieren acelerar el tratamiento del nuevo proyecto de ley de medios, al que el presidente Luis Lacalle Pou le dio prioridad ya el año pasado, pero CA solicitó una prórroga del debate en comisión, invocando reparos que aún no ha explicado.

A su vez, hay proyectos presentados por CA que los nacionalistas y colorados no parecen muy interesados en considerar con premura (en particular, el que limita la actividad forestal, aprobado en Diputados por cabildantes y frenteamplistas). En este contexto, cabe la hipótesis de que el partido de Guido Manini Ríos haya decidido hacerse valer mostrando que, si sus intereses no son contemplados, puede pagar con la misma moneda.

A esto se suma cierto malestar por el hecho de que CA haya propuesto crear una nueva comisión investigadora sobre Gas Sayago y la regasificadora, sin comunicarlo antes a sus socios en la coalición de gobierno. Consultado al respecto, el diputado cabildante Martín Sodano comentó que, si es cuestión de invocar reglas de juego no escritas, su partido también podría hacerlo, en relación con la cantidad de cargos en el Estado que le fueron adjudicados (por debajo, según Sodano, de los que les “corresponden”).

El senador Raúl Lozano, también de CA, empezó hablando con la diaria de estos entredichos y, como quien no quiere la cosa, terminó comentando que los resultados de la política definida por Lacalle Pou ante la emergencia sanitaria “no son buenos”.

Volvamos a lo de “pensar dos cosas juntas”. Un opositor promedio (si es que tal personaje existe) podría sentir satisfacción por la primera noticia, que implica un avance en la acción judicial relacionada con el terrorismo de Estado, y considerar que también es positiva la segunda, porque indica problemas en el oficialismo y posibilidades de que este se debilite. Sin embargo, el individuo que acabamos de inventar haría bien en reflexionar con mayor detenimiento.

El partido de Manini les complica la vida a sus socios con algunos planteamientos con los que el Frente Amplio puede coincidir, pero a la vez impulsa otros muy reaccionarios, como los referidos a “reinstalar” la ley de caducidad (evitando que haya más procesamientos como el dispuesto por la jueza Urioste), a la tenencia compartida, o a revertir las normas que regulan el aborto, el cannabis y el matrimonio igualitario. Hay que sopesar ambos aspectos y evaluar si es bueno o malo para el país que CA gane protagonismo.

Hasta el lunes.