Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Ayer lanzaron sus candidaturas a la presidencia del Frente Amplio (FA) Gonzalo Civila y Fernando Pereira. Ellos serán, según todo indica, dos de las tres personas a las que el Plenario Nacional de esa fuerza política habilitará para competir por el cargo en diciembre. La tercera debe ser, según lo acordado, una mujer, y hasta ahora se han manejado las posibles candidaturas de Carmen Beramendi e Ivonne Passada.

Estas últimas comparten la peculiaridad de que sus nombres no fueron propuestos por sectores: Beramendi integra La Amplia (LA, liderado por Carolina Cosse), que habilitó su postulación pero apoya a Civila; Passada fue senadora del Movimiento de Participación Popular (MPP), que respalda a Pereira y no se ha pronunciado sobre la posibilidad de que ella también compita. Los varones arrancan, en este sentido, con considerable ventaja.

A su vez, es muy dispar la potencia de los alineamientos sectoriales tras Pereira y Civila (cuya peculiaridad en común es la formación católica). Los definidos por el primero incluyen a la Vertiente Artiguista –que Pereira integra desde 1996–, el MPP, el Partido Comunista y el incipiente espacio “seregnista” formado, entre otros, por Asamblea Uruguay, Fuerza Renovadora y el Partido Demócrata Cristiano. Los principales sectores que optaron por Civila son el Partido Socialista (del que es secretario general y diputado), LA, Casa Grande y el Partido por la Victoria del Pueblo.

Quienes impulsan a Pereira sumaron una votación muy superior en las últimas elecciones nacionales, y también poseen un peso militante mucho mayor. A esto se agrega, no con menor importancia, que la larga trayectoria del candidato en el PIT-CNT, y últimamente en la campaña por el referéndum contra 135 artículos de la ley de urgente consideración, determinan que probablemente sea bastante más conocido que Civila, pese a que este figura en Wikipedia, donde hasta el momento en que se redactaron estas líneas no había un artículo sobre Pereira.

Son bien distintos los planteamientos iniciales de ambas postulaciones. La de Civila fue anunciada como expresión de un agrupamiento dentro del FA. La de Pereira se presenta como una apuesta a fortalecer los acuerdos internos y superar problemas actuales de conducción.

El trasfondo inocultable de que haya competencia es que el FA tiene por delante la consolidación de una nueva relación de fuerzas interna y de sus liderazgos, luego de un largo y exitoso período en el que las principales figuras fueron Tabaré Vázquez, José Mujica y Danilo Astori.

Las internas para definir la candidatura presidencial de 2024 no necesariamente resolverán esa cuestión (es obvio que las de 2019 no la resolvieron), pero sin duda serán un hito muy relevante, y los alineamientos para la elección de presidente muestran maneras diferentes de prepararse.

Dicho sea de paso, los mencionados problemas de conducción, e incluso de coordinación, quedaron a la vista ayer. Las dos candidaturas se lanzaron el mismo día en que el FA tenía que estar interesado en que la principal noticia vinculada con esa fuerza política fuera la presentación de una denuncia penal contra el exministro Germán Cardoso.

Hasta el lunes.