Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

A veces parece que el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie, disfruta el papel de provocador y de ser identificado como el malo de la película. Quizá esto haya tenido que ver con sus comentarios acerca de las mediciones más recientes de pobreza divulgadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que ubicaron en esa situación a unas 380.000 personas, pero hay que considerar otras posibilidades.

Alfie, entrevistado ayer en la radio Carve, dijo que “el gobierno ha hecho una cantidad de transferencias monetarias y no monetarias” a las personas en situación de pobreza, pero que “parecería ser claramente” que la situación “no mejoró”, y que él no tiene “una respuesta explicativa para eso”.

Si suponemos, en aras del decoro, que el director de la OPP hablaba en serio, cabe preguntarse por qué no ha aplicado sus conocimientos contables a la enorme cantidad de datos económicos y sociales de que dispone. Así, por ejemplo, podría haber estimado si las transferencias que mencionó son suficientes para sacar a las personas que las reciben de la situación que el INE define como pobreza.

Alfie también dijo en la entrevista que, más allá de las transferencias monetarias y no monetarias, la clave para disminuir la pobreza es, a la larga, el aumento de los puestos de trabajo, y destacó que los datos sobre empleo muestran una mejoría en este terreno, aunque admitió que “no es suficiente”. Cabe acotar que, si hablamos de que la gente salga de pobre, importa que tenga trabajo pero también cuánto le pagan.

Esto último viene al caso por dos hechos muy notorios, que con seguridad Alfie conoce. Por un lado, el promedio de los ingresos salariales cayó desde el primer año del actual gobierno y no se ha recuperado. Esto no lo puede ignorar el director de la OPP porque, en el sector público, la caída se debió a decisiones adoptadas por el equipo económico que integra y al que en gran medida orienta, aprobadas por la mayoría oficialista del Parlamento.

Por otro lado, buena parte de los nuevos puestos de trabajo son los llamados “empleos chatarra” en el sector privado, o contrataciones transitorias con baja remuneración del programa Oportunidad Laboral, más conocido como “jornales solidarios”. Sobre esto hay sin duda datos detallados en la OPP.

Alfie se mostró, de todos modos, optimista. Dijo que la aceleración de la suba de precios es sorpresiva y circunstancial, y que pronto amainará en beneficio del poder de compra salarial. Es una lástima que no coincidan con esa opinión muchos expertos del sector público y el privado.

Hace menos de un año, en diciembre de 2021, el INE brindó por primera vez datos semestrales sobre pobreza, y el Ministerio de Economía y Finanzas, también por primera vez, realizó una conferencia de prensa para comentarlos. Varios jerarcas destacaron que había una mejoría y que no era por casualidad, sino como “resultado de un gobierno que tiene el rumbo claro”, y señalaron en particular el aumento del empleo y las transferencias. Vaya uno a saber si esto tuvo que ver con la cercanía, en aquel momento, del referéndum sobre 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración.

Hasta el lunes.