Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

La subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, integra el grupo de dirigentes colorados que solicitó a la Corte Electoral el uso de la lista 10, cedida al Partido Independiente (PI) para las elecciones departamentales de 2020, pero sobre todo identificada, en lo que va de este siglo, con Pedro Bordaberry. Ache integra el sector Ciudadanos, y en este hay preocupación porque el trámite se ve como un preludio de realineamientos, asociados con el regreso de Bordaberry a la actividad partidaria, que tendrían efectos en cascada.

La irrupción en la política partidaria de Ernesto Talvi, a la postre fugaz, comenzó con la fundación de Ciudadanos, que derrotó en las internas a Julio María Sanguinetti y volvió a ser la mayoría del Partido Colorado (PC) en octubre. Se sumaron a Ciudadanos unos cuantos dirigentes que habían formado parte de Vamos Uruguay, el sector de Bordaberry, pero pasaron a una configuración muy distinta.

Talvi apostó al comienzo por una imagen poco vinculada con las tradiciones coloradas. Luego lo asesoraron para que acercara a estas la simbología y el discurso, pero mantuvo una impronta que, pese a sus posiciones de décadas en materia económica, lo hizo atractivo para personas centristas e incluso centroizquierdistas. El estudio de los resultados electorales sugiere que, si bien el PC no aumentó su apoyo, cambió de votantes en buena medida.

Al parecer, los colorados perdieron a conservadores y derechistas que migraron sobre todo hacia Cabildo Abierto, pero compensaron esa pérdida con votantes que, sin la candidatura de Talvi, probablemente se habrían inclinado hacia el PI o hacia sectores “moderados” del Frente Amplio (FA).

Cuando Talvi abandonó la política, el sector se mantuvo unido, con Adrián Peña como coordinador, pero no está claro a quién postulará como precandidato en 2024, y no parece probable que ninguna de sus actuales figuras equivalga, en términos electorales, al fundador. Lo ideal para el PC sería recuperar votos derechistas sin perder los que atrajo Ciudadanos en 2019, pero es poco probable que logre ambas cosas, y la insistencia sobre el regreso de Bordaberry apunta obviamente en la primera dirección.

La cuestión es que la disputa por votos de derecha dentro del actual oficialismo no le sumaría nada en la contienda con el FA. Más bien le restaría, al propiciar que una parte de la ciudadanía no encuentre ofertas atractivas en el actual oficialismo.

Volviendo al tema de la lista, todo es relativo. Para muchas personas relativamente jóvenes, decir “la 10” es decir Pedro Bordaberry, pero unas cuantas de mayor edad quizá recuerden que en la 10 colorada fue candidato por primera vez Jorge Pacheco Areco, en 1958, y que en las elecciones siguientes, realizadas en 1962, volvió a postularse y fue elegido diputado.

Tal vez el antecedente de Pacheco no le resulte problemático a parte de los seguidores de Pedro Bordaberry, a diferencia de otro bastante anterior, no colorado pero sí rojo. En 1928, la lista 10 de Montevideo fue del Partido Comunista, con Eugenio Gómez como primer candidato a diputado y luciendo en su parte superior la consigna “¡Clase contra clase: pobres contra ricos!”.

Hasta mañana.