Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Según el senador nacionalista Gustavo Penadés, durante 2022 la coalición de gobierno “ha demostrado un año más que funciona y muy bien”, pero cabe preguntarse, al considerar las prioridades oficialistas en el Parlamento para 2023, con qué objetivos funciona y se propone funcionar.

Los acuerdos originales de la “coalición multicolor”, negociados en 2019, se agotaron pronto, y el oficialismo nunca formó nada parecido a una comisión de programa común, de modo que lo que le queda por delante son los proyectos que ya están en proceso de discusión, los que puedan surgir del Poder Ejecutivo, y los que partidos o sectores impulsan por su cuenta.

En la primera categoría está, por supuesto, el proyecto de reforma jubilatoria, que fue presentado por toda la coalición pero que esta siguió negociando y cambiando mientras estaba en comisión del Senado. Su aprobación en esta cámara se produjo con la advertencia expresa de que Cabildo Abierto (CA) mantiene dudas y discrepancias que planteará durante la discusión en Diputados, y nadie sabe todavía si habrá o no más modificaciones.

Otra iniciativa que ha avanzado formalmente pero de hecho sigue en veremos es la de tenencia compartida. En comisión de la Cámara de Representantes se aprobó tal como había llegado del Senado, pero es notorio que hay propuestas de modificación sustanciales, como las presentadas por la diputada colorada María Eugencia Roselló, de Ciudadanos, públicamente rechazadas por su par nacionalista Rodrigo Goñi. La referida a la regulación de las apuestas mediante internet está trabada.

Tiene mucha importancia, en términos estructurales, el proyecto sobre servicios de comunicación audiovisual, definido como prioridad por el presidente Luis Lacalle Pou desde 2020 pero aún trancado en el debate oficialista, en parte porque CA condiciona su eventual apoyo al logro de otros objetivos.

Entre los proyectos en trámite que no fueron presentados por el Ejecutivo ni por todo el oficialismo, tiene importantes probabilidades de convertirse en ley el de eutanasia, impulsado en gran medida por el diputado Ope Pasquet y en cuya redacción participó también el Frente Amplio. Ya aprobado en la Cámara de Representantes, es claro que plantea una línea divisoria vinculada con posiciones ideológicas, distinta de la que separa a la coalición de gobierno y el FA.

Algo similar sucede con las iniciativas de CA que están lejos de lograr mayoría con votos del oficialismo. Entre ellas, una referida a las deudas de personas físicas (que se emparenta con el típico discurso histórico de algunas derechas sobre la usura), y otra que implicaría el pasaje a prisión domiciliaria de todas las personas privadas de libertad por crímenes en el marco del terrorismo de Estado.

En suma, los proyectos originados en el Parlamento que podrían ser aprobados no son muchos ni abordan varios temas sociales y económicos que, según las encuestas conocidas, tienen prioridad en la preocupación ciudadana, aunque es posible que haya novedades en este terreno a medida que se acerquen las elecciones. Por ahora, la usina generadora sigue estando en el Ejecutivo, pero a este no le sobra repertorio para dos años más.

Hasta mañana.