Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

La Usina de Percepción Ciudadana relevó, en una encuesta realizada del 2 al 6 del mes en curso, opiniones que no se refieren a intenciones de voto pero que resultan significativas al inicio de este año electoral. De todos modos, es preciso considerarlas con atención y en conjunto para evitar confusiones.

Las respuestas sugieren que hay insatisfacción con la situación actual, pero que es de carácter bastante difuso, que muchas de las personas que están peor no centran sus esperanzas de mejorar en las elecciones o en alguna candidatura, y que predomina una previsión negativa sobre la campaña.

Se pidió a las personas consultadas la elección de temas que, en su opinión, deben ser abordados durante la campaña electoral, y el preferido en términos relativos fue la seguridad, con 20%, seguido por el trabajo con 17% y la economía con 16%. La educación fue señalada por 13% y la salud por 10%, mientras que las demás opciones registraron menos de diez puntos porcentuales. Esto indica un claro predominio de la preocupación por problemas sociales que afectan la calidad de vida, pero también una fuerte dispersión de las opiniones, sin un centro evidente y mayoritario.

En el mismo relevamiento, 64% de las personas encuestadas dijeron estar bastante o muy interesadas en la campaña electoral. No es un mal resultado, pero corresponde señalar que la proporción de quienes manifestaron poco o ningún interés representa a una cantidad de ciudadanos mucho más que suficiente para inclinar el resultado hacia cualquiera de las dos grandes opciones en pugna, y que los mayores niveles de desinterés se registraron en personas de nivel socioeconómico bajo. De estas, 23% se declararon poco interesadas y 21% nada interesadas.

En el mismo terreno, se puede considerar un dato poco favorable al actual oficialismo que la expresión de desinterés haya sido mayor entre quienes lo votaron en 2019, pero esto admite más de una lectura. También se podría interpretar que la parte de la ciudadanía menos interesada en la política es la que termina decidiendo, y que quienes inclinaron la balanza a favor de Luis Lacalle Pou no parecen hoy, por lo menos, muy arrepentidos.

Otro dato refuerza la idea de que hay un nivel considerable de incertidumbre: cuando se preguntó sobre el nivel de identificación con una precandidatura para las internas del 30 de junio, sólo 32% de las personas que respondieron se declararon totalmente identificadas con alguna, mientras que 37% manifestaron una identificación parcial, y 23% señalaron que no se identifican con ninguna. En esto hay, sin duda, un efecto de la presencia de muchas figuras nuevas, pero también resulta evidente que no asoman por el momento grandes liderazgos, especialmente en el oficialismo. La falta de identificación alcanza mayores niveles en el sector socioeconómico bajo y en las personas menores de 30 años.

Por último, es preocupante que sólo 11% de la población consultada haya opinado que la campaña será “muy constructiva”, contra 39% para la respuesta “poco constructiva”, 23% para “algo constructiva” y 19% para “nada constructiva”. Pero aún más preocupante es la sospecha de que, en este caso, las mayorías no se equivocan.

Hasta mañana.