Desde hace unas semanas, un tema que se actualiza a diario, con sus innumerables consecuencias, es la caída del fondo ganadero Conexión Ganadera, que dejó a más de 4.000 ahorristas damnificados por un déficit patrimonial cercano a los 250 millones de dólares.

Entre los inversores figuran actores políticos, como el exintendente de Montevideo Daniel Martínez y el exministro de Economía durante el gobierno de Jorge Batlle y exdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) hasta 2023 Isaac Alfie, quienes se han referido públicamente a sus experiencias con la empresa de inversión.

En diálogo con Montevideo Portal, Martínez dijo que su inversión total en Conexión Ganadera fue de 110.000 dólares; Alfie, por su parte, invirtió 46.000 dólares.

Ambos invirtieron en la empresa hace menos de un año, aunque Martínez lo hizo por primera vez hace más de 20 años. “Hace 20 y pico de años yo estaba en la actividad privada, ganaba muy pero muy bien como ingeniero y era socio también industrial de una empresa de robótica. Quería invertir en algo que no fuera sólo bancario y especulativo, sino en algo que también fuera asociado a la producción, entonces compré mi primera participación en Conexión Ganadera”, detalló en diálogo con el medio citado. Años después sumó algo más de dinero, llegando a los 65.000 dólares y, finalmente un mes antes de la caída, tras la venta de una casa de su familia, invirtió por última vez.

El excandidato presidencial afirmó que “durante 20 y pico de años” desde Conexión Ganadera le “cumplieron bien” y enfatizó en que sus movimientos son “trazables”, “comprobables” e “investigables”: “Cada compra, cada cosa, tuvo su origen, por suerte”, aseveró.

La experiencia del exdirector de la OPP con Conexión Ganadera es menos longeva. Alfie dijo a Montevideo Portal que invirtió con su familia “a mediados del año pasado por primera vez, como tantos otros, luego de muchas recomendaciones de gente conocedora, confiando en 25 años de trayectoria”.

El contador confirmó que invirtió en dos contratos de capitalización: uno por 20.000 dólares en un bono de seis meses llamado Warrant y otro por 26.000 dólares en un Bono Ganadero. “Es increíble que justo invertí el año pasado. Me río, ¿qué querés que haga? No es nada lindo, pero no me queda de otra”, dijo Alfie sobre la mala fortuna de decidir invertir en la empresa meses antes de la quiebra.

Alfie aseguró que muchas personas “que venían invirtiendo desde hacía tiempo” le recomendaron incursionar en la empresa, aunque las ganancias de estas personas “tampoco eran una cosa de locos”. “Yo les pregunté por el retorno, y por todo lo que me mostró la gente que yo entiendo que sabe, el retorno era real. Lo que pasa es que seguramente los fondos no fueron todos hacia ahí, parecería ser. No lo puedo afirmar, pero parecería”, dijo.

“Después, con el diario del lunes somos todos cracks”, dijo sobre quienes señalan que las tasas de retorno eran poco confiables para el negocio ganadero. “Pero bueno, acá se gana y se pierde. Yo he ganado la mayoría. Es cierto que cuando perdés, perdés mucho más de lo que ganás, por eso se achica un poco la brecha”, señaló.

En su caso, el economista detalló que por su tipo de contrato “las vacas son mías y tengo un Dicose [número de registro de tenedores de ganado en el Ministerio de Ganadería]”, por lo que, aunque pierda, “las vacas que tengo, las tengo”, estimó, y agregó: “Por lo que vi, no está todo, pero una parte importante [de su ganado] sí que está o, por lo menos, aparece en Dicose”, aunque no ha verificado la existencia física del ganado.

“Según lo que me dijeron, los que tenemos ganado somos minoría; el resto es préstamo puro y duro. Los estudios más grandes dicen que esto es una masa única, porque, de lo que haya, van a sacar un porcentaje. Pero no es así. Lo que tenemos ganado, lo tenemos”, sostuvo Alfie.