Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

El Senado autorizó ayer la designación de Mario Layera como director de la Secretaría de Inteligencia Estratégica de Estado (SIEE), después de forcejeos políticos que nunca pusieron en duda el desenlace, pero merecen por lo menos seis consideraciones.

1) La mayoría requerida era la que establece el artículo 187 de la Constitución para cubrir cargos no electivos en directorios de la administración descentralizada. Hacían falta 18 votos en el Senado, tres quintos de sus componentes (según la definición constitucional, hay 30 “componentes”, y con la vicepresidenta Carolina Cosse suman 31 “integrantes”). El Frente Amplio (FA) tiene 16 y necesitaba en primera instancia dos más, pero el mismo artículo prevé que, pasados 60 días, se puede aprobar la venia con la mayoría absoluta de integrantes del Senado, 16 votos (y con este segundo criterio el de Cosse vale).

2) El Partido Nacional (PN) planteó reparos al nombramiento de Layera desde que la solicitud de venia llegó al Parlamento el 10 de marzo. Primero alegó que quería conocer su “situación procesal”, y cuando ese tema quedó desactivado, anunció que no avalaría el nombramiento porque no le tiene confianza al ex director nacional de Policía. Por lo señalado antes, esto no podía tener más consecuencias que demorar la designación, resaltar la actitud opositora del nacionalismo y, en particular, reavivar los cuestionamientos a las políticas de seguridad pública de los anteriores gobiernos frenteamplistas.

3) Las fuerzas políticas que apoyaron el gobierno de Luis Lacalle Pou siguen sin contar siquiera con un organismo de coordinación, y no han acordado una actitud opositora común. El Partido Colorado (PC) decidió que no había razones para votar contra la designación de Layera y dio una señal significativa de autonomía en el marco de la llamada Coalición Republicana.

4) Pedro Bordaberry expresó posiciones críticas durante el gobierno de Lacalle Pou, se mantiene a distancia del fervor coalicionista de Andrés Ojeda y ha cuestionado actitudes del PN en la definición de alianzas para las elecciones departamentales de mayo. Cabe señalar que dos de los cinco senadores colorados fueron elegidos por la lista 10 de Bordaberry, y dos votos eran justamente los que el FA necesitaba para que el visto bueno a Layera no se postergara.

5) La dirección de la SIEE es, por motivos obvios, un alto cargo de confianza. Tras un cambio de gobierno, es disparatado que durante dos meses lo siga ocupando la persona designada por el presidente anterior, o que un organismo con funciones importantísimas quede acéfalo, pero eso habría sucedido si todo el PC hubiera adoptado la misma actitud que el PN.

6) Desde el FA y el PC se alegó que la votación de las venias es un acuerdo integral del oficialismo y la oposición, en el que cada parte compromete su aval a todas las personas propuestas por la otra, salvo que tenga objeciones muy graves. Desde el PN no se cuestionó esta práctica tradicional, pero se sostuvo que el caso de la dirección de la SIEE es distinto por su gran relevancia. Sin embargo, la Constitución indica que para cada postulación se deben considerar “condiciones personales, funcionales y técnicas”.

Hasta mañana.