La red de tablados populares decidió no exigir certificado de vacunación, por lo que el público será mixto y cada espacio tendrá un aforo particular, determinado por el área de Convivencia de la Intendencia de Montevideo (IM).

Dos de los 16 escenarios, sin embargo, se desligaron de la resolución grupal y sólo recibirán a personas vacunadas: el Anfiteatro Canario Luna y el Museo del Carnaval. Los motivos de esta determinación fueron diferentes en cada caso.

Pablo Barletta, gerente de Festejos y Espectáculos de la IM, explicó a la diaria que los tablados populares tenían la libertad de elegir entre dos posibilidades. La primera era exigir la vacunación y tener aforo completo; la segunda, permitir la entrada a todas las personas y reducir la capacidad del lugar.

Canario Luna

Pablo Giordano, integrante de la comisión de vecinos a cargo del tablado del Canario Luna, contó a la diaria que tomaron la decisión tras evaluar las medidas sanitarias y los protocolos necesarios en caso de permitir público mixto. En su caso, implicaba que el público ingresara por una puerta y saliera por la otra y, además, tener una entrada distinta para los conjuntos. “No es una operativa sencilla para un evento de muchas etapas, porque los conjuntos varían, el público circula, está la plaza de comidas”, explicó.

Durante los últimos dos años el Canario Luna fue escenario de varias actividades de carnaval coorganizadas con la IM y la Asociación de Directores del Carnaval de las Promesas (Adicapro). Esas instancias fueron una oportunidad de probar la logística con un público mixto. Al realizar la evaluación de cara a este carnaval concluyeron que era mejor solicitar el certificado de vacunación.

“Muchos vecinos apoyaron la decisión”, aseguró Giordano. “Había gente del barrio que nos decía que ningún escenario iba a pedir el pase verde y, por lo tanto, quienes quisieran ir a un lugar sólo con gente vacunada iban a tener que asistir a un tablado comercial o al Teatro de Verano”.

Otro factor de peso en la decisión, contó Giordano, fue la salud de quienes organizan el tablado: “Los vecinos somos todos honorarios. Corremos el riesgo de contraer también nosotros la enfermedad y al otro día tenemos que ir a trabajar, y tenemos familia. La vacuna no es garantía de no contagio, pero hemos presenciado seminarios en los que médicos y científicos insisten en que con la vacuna la carga viral es muy baja”.

El aforo completo permite, lógicamente, vender más entradas. Sin embargo, Giordano aseguró que “no es para nada una decisión económica” porque “si vendemos 100 entradas más a 70 pesos no nos cambia en lo que es el costo de sostener el escenario”.

Las personas que trabajan en la entrada, en la plaza de comidas y en las áreas técnicas también están vacunadas. Todas las tareas las lleva a cabo la comisión de vecinos honorarios, no hay nada tercerizado.

Giordano hizo hincapié en que la mitad de lo recaudado en el tablado se dona a instituciones educativas de la zona. En 2020 repartieron 540.000 pesos entre tres escuelas. Esta vez, “la situación es complicada y cinco escuelas nos plantearon participar, así que vamos a repartir lo recaudado entre ellas, sea mucho o poco”.

Museo del Carnaval

El Museo del Carnaval funciona como un fideicomiso de la IM, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y el Ministerio de Turismo (Mintur). Fueron estas instituciones las que decidieron exigir vacunación para ingresar al tablado.

Julia Silva, coordinadora de comunicación y gestión de proyectos del museo, aseguró a la diaria que están “muy pendientes de la alerta sanitaria” y el carnaval “concita mucho público”, por lo que los integrantes del fideicomiso decidieron seguir el protocolo del Teatro de Verano y de los tablados comerciales.

Además, en el caso del Museo del Carnaval el aforo sí impacta en la recaudación. Si permitían la entrada de público vacunado y no vacunado, “no íbamos a tener gradas y eso que achicaba muchísimo el presupuesto en un lugar sin óptimo presupuesto, como todos los museos”, en palabras de Silva. La decisión también se tomó con la intención de “mantener los puestos de trabajo”.

Silva adelantó a la diaria que en el tablado del museo la gente tendrá que utilizar tapabocas aunque es al aire libre, ya que no hay tanto espacio como en el Teatro de Verano: “Lo físico es más que importante en esto. Es cuestión de cuidarse”.

Este año las etapas se tendrán que suspender en caso de lluvia, ya que no pueden utilizar la sala interior como en carnavales anteriores.

Red de tablados populares

Catorce escenarios populares tomaron la decisión conjunta de aceptar público mixto. Susy Silva, integrante del tablado Arbolito - El Tejano del Municipio A, explicó a la diaria que “como la vacunación no es obligatoria, decidimos no pedirla”.

Con respecto a la posible baja en la recaudación por la reducción del aforo, Silva aseguró que lo que ganarían con entradas tendrían que destinarlo a la contratación de personal extra que controle el ingreso, ya que “ni la IM ni el MSP te mandan a alguien”, es la propia organización de vecinos la que tiene que gestionarlo. En su opinión, el Estado debería proveer esos recursos si quiere que la vacunación sea una exigencia.

El área de Convivencia de la IM visitó los tablados populares que aceptarán público mixto para evaluar cuánto aforo habilitar en cada uno. El Arbolito - El Tejano y dos escenarios más, dijo Silva, presentaron inconvenientes por las gradas, lo que retrasó la resolución oficial, que esperan conocer en los próximos días.