La calle Anzani, a la altura de Neyra, está desbordada de autos estacionados. En la cancha de fútbol 5 no cabe un alfiler. Banderines de colores y luces blancas adornan el sencillo escenario barrial. Son las 22.00 de un jueves de enero y La Gran Muñeca comienza a desplegar su espectáculo Carnaval de voces, con el que se presentará en el Concurso oficial 2023.

La cantidad de público es similar a la de todas las noches, cerca de 500 personas que sacuden la tranquilidad de la cuadra para seguir a la murga “bien de al lado”. Es que en 2022 La Muñeca volvió al barrio con el que históricamente estuvo identificada y se acomodó a la perfección. El Tito Frioni es un pequeño club, con muy poca actividad en los últimos años, que se vio sacudido con el desembarco de la agrupación de la familia Mega. Y para este carnaval la convocatoria dio un salto mayor aún tras la llegada de dos figuras gigantes del carnaval: Eduardo Pitufo Lombardo y Marcel Keoroglian.

Además, la murga sumó a otros artistas de renombre, como los cantores Maxi Porciúncula y Diego Iraola, y a la comediante Florencia Infante, que debutará en la categoría tras un exitoso pasaje, años atrás, en los humoristas Cyranos. También en el rubro técnico incorporó a su equipo creativo las plumas de Martín Mazzella, Ignacio Alonso y Leonardo Pacella, que trabajaron a la par de los cerebros del espectáculo: Marcel y Pitufo.

Por estas razones y porque es una de las habituales animadoras del concurso, La Gran Muñeca genera expectativas que se ven reflejadas en la asistencia a cada instancia que llevan adelante desde inicios de diciembre, ya sean ensayos abiertos, festivales o esta peña en la que cantaron algunos de sus integrantes. Es que tras la actuación de la murga fue el momento de Felipe Esquivel, Porciúncula e Iraola, quienes interpretaron cuatro canciones cada uno, dejando el escenario preparado para el esperado final.

Pasada la medianoche, Edú Lombardo tomó la guitarra, se ubicó en una silla y disparó varios de sus temas que ya son clásicos. Desde “Alquimia” hasta “Murga madre”, el director se robó los aplausos mientras los flashes de los celulares no paraban de apuntar hacia él. La cantina, en el fondo del club, fue atendiendo a los últimos clientes mientras los utileros juntaban un sinfín de sillas de plástico por toda la cancha. Por el Buceo quedaron resonando, una vez más, aquellas estrofas del saludo del 96: “Ensaya La Gran Muñeca, ¡hoy de nuevo es carnaval!”.