En la calle Laureles, casi en la esquina de Carlos Tellier, se encuentra el local de lo que fue durante décadas la Federación de Obreros de la Industria del Vidrio. En ese lugar, el 27 de junio de 1973, la Convención Nacional de Trabajadores decidió ir a la huelga general para enfrentar el golpe de Estado cívico-militar ocurrido ese mismo día.

A medio siglo de aquel acontecimiento histórico, en el mismo local del sindicato del vidrio, Los Diablos Verdes gestaron su espectáculo para este año, cuya retirada va dedicada al aniversario de aquella huelga general. La murga consecuente atraviesa un período de renovación en los últimos años con un elenco muy joven, tanto arriba del escenario como en la parte creativa. Pero para la despedida, puntualmente, el conjunto apuesta a la pluma de Leonardo Preziosi, uno de los letristas más reconocidos del carnaval.

En diálogo con la diaria, Preziosi explica la decisión de la temática de la retirada de este año: “Se me vino a la mente más o menos promediando setiembre, tomando en cuenta que se iban a cumplir 50 años de la huelga general. Se lo comenté al director responsable, Ricardo Ribero, la idea le pareció buenísima y, obviamente, muy representativa de lo que tiene que ser el espíritu y el discurso artístico de Diablos Verdes”.

De larga trayectoria como encargado de los textos de la murga, con la que ganó tres primeros premios de la categoría, el letrista da cuenta de cómo llevó adelante su idea: “Fundamentalmente con los testimonios que yo tengo del momento en que se declara la huelga. Forman parte un poco de mi memoria, del primer año que yo llegué a la murga. Actualmente tengo 50 años, pero en 1998, cuando entré en los Diablos, tuve la suerte de estar en conversaciones informales en el sindicato del vidrio, con partícipes y testigos de esa huelga, y te hacían sentir que donde vos estabas esa noche parado cantando se había tomado una decisión trascendental en la historia de Uruguay”.

Trasmitida la idea al grupo, la aceptación de los componentes fue unánime. Después de recibir el texto, a veces se dan intercambios sobre el contenido de determinada parte, pero esta vez no fue necesario. “Nos encantó de una. Es una belleza esa despedida. Aparte la escribió de una manera tan poética, como si fuera un cuentito, que da para que la gente pueda hacer paralelismos con sus cosas cotidianas, más allá de la circunstancia histórica, que es muy fuerte”, señala Javier Martínez, primo y cupletero del conjunto.

“Por si alguien se lo olvidó,
lo trae esta despedida.
La lucha de ayer nos inspira,
faro de la resistencia.
La libertad como esencia,
por los que dieron sus vidas”.

Preziosi pone foco en el reconocimiento a todas aquellas personas que formaron parte del movimiento trabajador, unificado al movimiento estudiantil, para “rescatar el fenómeno colectivo por encima de lo individual”. “La huelga a la larga no funcionó, porque la dictadura se quedó 11 años, pero nadie le quita el valor de resistencia y de resiliencia humana y solidaria, de enfrentarse a un monstruo que estaba quitándoles libertades a todos los ciudadanos”, reflexionó.

“La unión hizo que todo pudiera ir hacia adelante. En este caso, la actitud heroica de cientos de trabajadores de La Teja que arriesgaron sus vidas, sus empleos y sus familias por perseguir una causa. En los versos es muy difícil plantear con total exactitud lo que uno sabe o lo que le han contado, pero traté de reflejar el valor de toda esa gente que no se conoce, que no apareció en los recortes de la prensa, pero fueron quienes sostuvieron esa resistencia”, añadió el letrista.

“No fue algo a la ligera o que los tomó por sorpresa. Había una organización y fue muy complicado hacerle frente al hostigamiento dictatorial que ya estaba reinando, y que venía con represalias desde el año anterior. Por ejemplo, a Raúl Gancio (nombre que lleva el sindicato del vidrio) lo habían asesinado en el barrio a pocas cuadras de la comisaría en una balacera unos meses antes”, relató Preziosi.

Autor de decenas de cuplés, parodias, humoradas e historias de comparsas, Preziosi afirmó que “el carnaval, buscándolo o no, es un archivo histórico de Uruguay”. “Un archivo no oficial, pero que si uno va leyendo los libretos de las murgas de los años 20 hasta acá se puede ir haciendo una recopilación de sucesos y momentos históricos. Esta retirada es un poco parte de eso: volver a traer un hecho que es de épocas negativas, pero que conocerlo es una forma de comprender y de aprender. Las nuevas generaciones tienen un testimonio, en voz de una murga, de algo que marcó la historia del país”, agregó.

Se van los Diablos. Y se van cantando algo de lo que su antiguo director, Antonio Iglesias, ícono de la lucha sindical, estaría más que orgulloso: “Ocupando en la noche sin luna, nace un grito de La Teja: resistir la dictadura”.