Después de un domingo con cuatro tablados, Cayó la Cabra vuelve al Olivol Mundial, club que se transformó en la casa de la murga para este carnaval. Allí, sobre las dos de la madrugada, el conjunto sostiene la vigilia de la primera noche de fallos de 2025, en la que se dan a conocer los clasificados a la liguilla.

En la vereda, algunas personas disfrutan de la leve brisa que se digna en llegar después de otra noche calurosísima. Hay música con el volumen bajo y cigarros prendidos para matar los nervios. Adentro la cantina está llena. No hay una mesa libre y en la televisión se espera que VTV vuelva del corte para que el presidente del jurado anuncie las agrupaciones que avanzan a la tercera rueda.

“¡Esta murga va a volver al lugar en el que tiene que estar!”, arenga uno de los componentes segundos antes de la lectura del fallo. Cayó la Cabra no pasa a la liguilla desde 2020, pero para este carnaval es una de las indicadas como uno de los diez mejores espectáculos de la categoría.

Cuando se nombra a la murga en la transmisión, ya el resto no importa. Todo el grupo se levantó al unísono para gritar y aplaudir. Alguno intentará iniciar un cántico colectivo que se desdibuja enseguida, superado por la sucesión de abrazos, que desde el primero al último intercambiarán por un buen rato.

“¡Vamo’ las Cabras!”, suelta un allegado, mientras un parroquiano en el mostrador pregunta por los clasificados de otra categoría, aunque eso ahí poco importe.

Camilo Routin, director escénico y arreglador, se abraza con su padre, Pinocho, que este año trabajó en la puesta en escena de la murga y que recién había comentado en voz alta: “Quiero gritar algo y no sé qué”.

Es que la sensación es esa. De una alegría gigante que no terminaba de exteriorizarse por completo abrazada al “alivio” de saber que el deber está cumplido.

A solicitud de la diaria el conjunto sale a la calle, literalmente, y posa para la foto. En el medio de la calzada de Millán, la imagen grupal refleja lo que luego comentan sus integrantes: felicidad y un arduo trabajo colectivo.

“Al escuchar el nombre de la murga sentí mucha emoción. Este proceso con el grupo, de un nuevo comienzo, ya viene de cuatro años. Estábamos muy expectantes. No es fácil entrar a la liguilla. Esta es una murga cooperativa, autogestionada, y realmente cada cosa que se ve está muy pensada y nos cuesta un montón hacerla. Entonces es un premio increíble, y que mis compañeros y compañeras estén felices, para mí es algo hermoso”, dice Maira Sepúlveda, integrante y una de las cabezas artísticas de las Cabras.

Maira entiende que la murga hizo dos buenas ruedas y que artísticamente es merecido su pasaje a la rueda final: “Somos muy respetuosos con el carnaval, pensamos el espectáculo de forma integral. Estábamos con muchos nervios, pero por suerte tenemos la posibilidad de ir al Teatro de Verano por tercera vez. Hay muchos compañeros y compañeras que están hoy acá que no vivieron esa época de la murga donde capaz no nos poníamos tan nerviosos por un pasaje a la liguilla. Eran instancias que las naturalizábamos”.

Sepúlveda describe como “muy reconfortante” este presente del conjunto, al cual pertenece hace muchos años y que ha sabido superar etapas de dificultades y cambios: “Estamos convencidos de lo que hacemos, y la mejor forma de hacer es seguir ocupando este espacio, que es nuestro. Trabajando mucho internamente, nuestros relacionamientos, nuestros vínculos. Este grupo humano ha trabajado mucho, pero también ha pasado por momentos tristes y feos, de tener que hacerse cargo de un montón de cosas”.

Camilo Routin: “Valorar el proceso”

“Este logro de estar entre las diez es una satisfacción tremenda. Estando ahora al frente, es lindo sentir que estamos a la altura de las circunstancias. Un trabajo grupal tremendo, de compartir ideas, de intercambiar y de pensar cómo mejorar año a año y día a día”, señala el director de la murga.

Routin destaca el proceso de reconversión que encaró Cayó la Cabra hace unos años y que la deposita en un sitio que él entiende que es el que le corresponde: “Para uno que mira carnaval desde siempre, y que lo vive de manera pasional como yo lo vivo, hay que decir la verdad, y es que esta murga siempre estuvo en estos lugares de arriba, peleando algo”.

Llegar a la liguilla supone para los conjuntos una especie de prolongación del carnaval, que no sólo seguramente redunde en mayor cantidad de tablados, sino también en el plano económico y en la proyección para 2026, concurso para el que no tendrán que dar prueba de admisión.

“Es un momento importante que siempre las murgas festejan, y es natural que así suceda porque es parte del juego. Pero hay que tratar de valorar el proceso, bajar a tierra y entender el arte que hacemos día a día en la calle”.

Pulpa Méndez: “El patio de mi casa”

Una de las mejores voces solistas de la categoría es otro de los que andan en la vuelta, “muy feliz”, disfrutando de esta clasificación: “Había un montón de murgas que estaban de más, pero yo siento que es merecido que entremos. La murga mía siempre es la que más me gusta”.

Para Maximiliano Pulpa Méndez, es un momento de “mucha alegría y mucho alivio también. En los últimos días lo único que se hablaba era de esto. Había muchas ganas de volver a entrar en la liguilla”.

En su regreso al conjunto, el Pulpa recuerda cómo fue su primera etapa en él: “Yo entré en 2017, venía de Don Timoteo. Me gustaban las Cabras de muchos años antes. Y un día, hablando con Camilo Fernández, nos empezamos a polentear entre nosotros, me vine a la murga y fue hermoso. Estuve cuatro años. Es el patio de mi casa, lo siento así”.

Después de cinco años, Méndez selló su vuelta a Cayó la Cabra, y cuenta a modo de infidencia que “el arreglo fue en un baile en el Museo del Carnaval a las cinco de la mañana. Yo ya había ido a una gira por Argentina, que me invitaron porque algunos componentes no podían viajar. A la semana ya estábamos hablando con Maira y Camilo de poder volver”.

La madrugada siguió trepando en el Olivol. Entre vasos y conversa, la celebración se extendió por un par de horas más. Hay que dar vuelta la página rápido, y ya este martes, en la primera etapa de la liguilla del concurso oficial, la murga llevará su Sorpresa al templo de Momo por tercera vez.