Revistas: haciendo historia

En la Casa del Canillita espera el fallo Gala 1985. Al llegar al local de la calle Ángel Salvo, en Paso Molino, hay algunos autos estacionados en la puerta y apenas un grupo de personas charlando. En el fondo del club sí, el panorama es de disfrute, con gente bailando, fuego prendido y una pantalla gigante frente a la consola, que sobre las 2.30 atraerá la atención de todos.

Mónica Wellington, que cerró su primer carnaval con la revista, nos cuenta que se queda “sin palabras” para definir esta experiencia. “No lo soñé”, asegura, y destaca que hicieron aproximadamente 40 tablados. El mes y medio de fiesta pasó volando para la exconductora televisiva: “Lástima que ya se termina”.

Unos minutos antes de que Nicolás Lasa, presidente del jurado, comience con la lectura de los puntajes, alguien toma el micrófono y anuncia que Julieta Bechi, integrante del conjunto, está nominada a los premios Romeo Gavioli como mejor interpretación vocal femenina.

Ya a la hora del fallo unas 100 personas siguen atentamente y en silencio. Las calificaciones no son las esperadas. Ya antes de que den el resultado definitivo, un grito de aliento desata un aplauso general. Gala 1985 termina tercera en su segundo carnaval y ya es un título instalado que da notables espectáculos.

En el Arbolito Tejano espera la gente de la revista Tabú, campeona de 2024, clara favorita a ganar la categoría este año según los comentaristas de carnaval. El ambiente es de fiesta: un grupo baila en el centro del salón, en ronda, la música que pasa un DJ; afuera hay un mediotanque prendido, las personas charlan, toman, esperan. Hay banderas de la diversidad colgadas en varias paredes y un proyector que muestra la transmisión televisiva.

Cuando vuelve Pasión de carnaval alguien pide que bajen la música y la gente se amontona alrededor de la pantalla. Son casi las 2.30, hora pautada de comienzo, pero los panelistas charlan largo y tendido sobre temas diversos, así que la gente en el club tiene que esperar. Tres bailarinas, sentadas en el piso, gritan de repente, emocionadas, y se dan la mano. Dos mujeres tienen prontas sus planillas de Excel para ir cotejando los puntajes a medida que los cante Nicolás Lasa, presidente del jurado.

A las 2.48 finalmente arranca el trabajo del jurado y la atención vira hacia la pantalla. Se ven manos agarradas, personas que se muerden las uñas, pies que tiemblan, familiares que filman. La tranquilidad se va transformando a medida que se acerca el momento de conocer los puntajes del conjunto, en nervios. La distancia con La Compañía no es tan grande, no hay festejos anticipados, crece la tensión hasta último momento, cuando Tabú queda diez puntos por encima y explota la alegría. Saltos, llanto y bebidas que vuelan para todos lados; la noche es de algarabía para la revista bicampeona, que llega a ocho títulos y empata a Palán Palán, máxima ganadora de la historia.

Julio del Río, director general del conjunto, dice a la diaria tras conocer el fallo: “Siento felicidad porque es un laburo de muchos meses, con mucho respeto, con mucho amor, mucho sacrificio, y que dé sus frutos es impresionante. Esto es una familia y lo laburamos desde el corazón. El carnaval es pasión, es parte de nuestra vida”. Sobre los temas que Tabú aborda en sus espectáculos, asegura: “Estamos del otro lado de la vereda. Nos gusta decir cosas que puedan hacer reflexionar. Esto no es un discurso que tiene que quedar arriba del escenario, esto hay que llevarlo todo el año, todos los días y hay que seguir luchando por igualdad. Necesitamos empatía y no mirar para un costado”.

Revista Tabú, tras conocer los resultados del Concurso de Carnaval 2025

Revista Tabú, tras conocer los resultados del Concurso de Carnaval 2025

Foto: Martín Varela Umpiérrez

Humoristas: regreso con gloria

Sociedad Anónima actuó en la última etapa del concurso y después de su pasaje por el Teatro de Verano se movió hasta el Océano Club, en la zona del Centro. Un pequeño salón, estilo pub, acogió a los humoristas maragatos, que colmaron el espacio entre mesas y sillas para componentes y familiares.

En la barra, el Pato Esteche mira la televisión y habla con compañeros. El fallo de la categoría se demora más de lo normal. La radio dice que es porque falla una impresora y no se pudo contar con el documento que tiene que firmar la escribana.

Llega el momento de los puntajes y en la pantalla no aparece la planilla: “¡Poneme el excel!”, pide enfáticamente una muchacha. Después de conocerse el acumulado del conjunto, 50 puntos por encima de Los Choby’s, sigue sin moverse una mosca. Saben que el adversario este año es Los Rolin.

Cuando, minutos más tarde, se completa el escrutinio, algunos hablan entre sí, preguntándose por qué el fallo de Sociedad Anónima se leyó en segundo lugar. Carlitos Barceló se para y empieza a saludar con un beso a sus compañeros. Una componente grita: ¡Vamo nosotros!”, y surge espontáneo el aplauso cerrado de todos los presentes.

A las 3.15 de la madrugada, en la cancha de Uruguay Prado, la gente de humoristas Los Rolin espera. Es sabido que algo está pasando con el trabajo del jurado, porque las pausas entre categorías son más largas de lo habitual. Al rato, anuncian que hay problemas con las planillas, con la impresora.

La categoría está peleada entre ellos y Sociedad Anónima. Sin embargo, el ambiente no es de tensión. La gente anda dispersa por la cancha, conversa, saluda, toma algo, come.

Cuando Lasa aparece en la pantalla para dar a conocer los fallos, se instala el silencio. Lee los puntos de Los Choby’s y después saltea a Los Rolin (que siguen por orden alfabético) y pasa a Sociedad Anónima. “¡¿Eh?!”, se escucha que grita alguien. “¿Qué pasa?”. Pero la tele no da respuesta. Lasa sigue, así que hay que esperar un poco más.

El suspenso trae su carga poética. Todo se define con la lectura de los puntajes de Los Rolin. Rubro a rubro, va creciendo el número. ¿Será suficiente? Al llegar a la liguilla ya parece claro que ganaron, pero el festejo se contiene hasta el final, por respeto o por cábala. Los Rolin, 1.146 puntos acumulados. Estallan los festejos, los abrazos, “dale campeóóón, dale campeón”, corean. Es el primer primer premio del conjunto y llega un año después de que no pudieran competir debido a una sanción.

Mauricio Suárez, que encarna al entrañable personaje de Virgilio, expresa entre lágrimas: “Nos lo re merecíamos, estoy muy feliz, muchas gracias. Trabajamos a morir todo el año y es un grupo divino”.

Parodistas Momosapiens en Ciudad Fútbol, durante la noche de fallos.

Parodistas Momosapiens en Ciudad Fútbol, durante la noche de fallos.

Foto: Diego Vila

Sociedades de negros y lubolos: “Mi comparsa está divina”

La Ciudad Vieja está fría y calma en la madrugada del lunes. Pero en el estacionamiento del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas, en Cerrito casi Juncal, hay fiesta “Animal”. Desperdigados por todo el predio, a cielo abierto, los integrantes y allegados de la comparsa Valores esperan con ánimo que se den a conocer los resultados.

Suena musiquita a volumen medio, hay varias conservadoras en distintos sectores y vasos que con ligereza se llenan de bebidas para acompañar la noche. Sociedad de negros y lubolos es una categoría muy competitiva en este 2025 y cualquiera de los cuatro liguilleros puede ganar.

Cuando arranca la lectura del fallo, todos se acercan a la zona donde están los parlantes y los símbolos de la comparsa. No hay pantalla, sólo se reproduce la radio que va a tiempo “real”, sin delay. Valores mete dos ruedas muy buenas y lidera el certamen, pero en la liguilla es superada por La Sara del Cordón.

En el momento parece un balde de agua fría, por la forma en la que se llegó al segundo premio. Luego los ánimos vuelven a ser festivos y todo el conjunto con su gente termina bailando hasta altas horas de la madrugada.

La definición de la categoría es la más reñida hasta ahora. La Sara queda arriba de Valores por siete puntos, y Yambo Kenia pasa de primera a segunda o a tercera según los rubros. No se sabe qué va a pasar.

En Montevideo Scenarium, en La Teja, la gente de la Yambo mira atenta la pantalla en una especie de cuarto sin techo. Punto a punto, de la alegría a los nervios, a la ilusión hasta el final. Está entre ella y la Sara, pero finalmente el conjunto de la familia Larraura sale tercero. A pesar de la lógica decepción, la gente se abraza y se da ánimos. Al final de la noche se sabrá que Eduardo da Luz fue elegido Figura de Oro de este carnaval.

Club Universal. La Sara del Cordón está de fiesta. Suenan los tambores, la gente baila. Desde temprano se decía en el ambiente carnavalero que podía dar el batacazo. Y pasó. La gente está satisfecha con el trabajo de estos meses y se nota en el aire. La comparsa de la familia Pintos, que tras el fallecimiento de César en 2023 se vio obligada a reconvertirse y mutar, logró encontrar su rumbo y salir campeona. Vuela cerveza, vuela espuma, vuela sudor de los abrazos. El frío de la noche desaparece en estos festejos. “Mi comparsa está divina”, cantan en su presentación, y esta noche también.

Micaela Pintos, vedete del conjunto, dice emocionada: “No lo puedo creer. Venimos festejando desde temprano. Sabemos que dimos un tremendo espectáculo, por suerte lo vieron. Estoy feliz”.

Comparsa La Sara del Cordón en Club Universal, durante la noche de Fallos

Comparsa La Sara del Cordón en Club Universal, durante la noche de Fallos

Foto: Martín Varela Umpiérrez

Parodistas: la venganza de los nerds

Parece que se solucionó la cuestión organizativa de las planillas y el jurado retoma su ritmo habitual. Hay caras repetidas en varios clubes, que llegan corriendo de uno a otro para no perderse ninguna definición.

En Brazo Oriental están Los Adams, que esperan en la cancha del club Dryco a conocer los resultados. El conjunto volvió al carnaval, después de 19 años, con figuras de gran trayectoria como Cacho Denis, Cucuzú, Luis Alberto Carballo y la Karibe con K. La gente está muy tranquila, incluso después de quedar arriba de Los Muchachos y que reste conocer el puntaje de Momosapiens, que se perfilaba como el conjunto favorito.

La transmisión en la pantalla va atrasada. Dos mujeres miran en un celular y se enteran casi un minuto antes de que Momosapiens les saca 20 puntos a Los Adams en la primera vuelta. La distancia se multiplica, pero el ambiente no se opaca. Cuando se conocen los resultados finales la gente aplaude, festeja, se abraza y expresa orgullo por el trabajo realizado.

Gerardo Nieto dice que “es todo un privilegio volver al carnaval después de tantos años, más con este título con el que compartimos muchas cosas con Karibe con K, fue extraño ver una parodia sobre nosotros y estar ahí, raro y lindo”. La recepción de la gente en los tablados “fue maravillosa”. ¿Habrá Karibe con K en el carnaval 2026? “Vamos a ver, te digo ni, ni sí ni no. Necesito descansar. Pero llega el verano y pica el bichito”.

La tensa calma que antecede a la tormenta. En este caso, a un huracán de emociones, de rabia, de alegrías postergadas. Hay mucha gente en el complejo Ciudad Fútbol –pegado a la cancha de Basáñez–, quizá como hace tiempo no la hay acompañando a Momosapiens.

Los parodistas son los grandes candidatos al título, y la expectativa –aunque sin triunfalismos– es gigante. En el gran salón del predio, donde también hay cantina, dos televisores se roban la atención en una punta y otra. Paul Fernández pide silencio cuando algún apresurado festeja los puntajes de la primera rueda. Luego sí, el fallo va confirmando lo que todos esperaban. Momosapiens aplasta, gana en todo, y cuando restan aún tres rubros de la rueda final por leer, explota la algarabía.

Gritos y abrazos se entremezclan con un montón de rostros llorosos. Serpentina, espuma, gente subida a las mesas y cánticos cual “barrabrava” referidos a la vuelta triunfal de Horacio Rubino. Miguel Villalba se quiebra y casi no encuentra palabras para describir el momento. Alejandra Díaz se muestra desbordada de emoción. Maxi Azambuya festeja como un niño.

“Estoy muy feliz, sobre todo por los jóvenes que nos acompañan, que no habían visto ganar al conjunto”, afirma Horacio, y se besa con su esposa. Los decanos del parodismo alcanzan el primer premio después de 13 años, y hay fiesta hasta el amanecer en Malvín Norte.

Los Rolin

Los Rolin

Foto: Martín Varela Umpiérrez

Murgas: vecino, hay nueva campeona

Asaltantes con Patente espera, Doña Bastarda espera. Las dos grandes candidatas a ganar el primer premio de la categoría murgas miran con atención la transmisión y esperan. Asaltantes termina con 2.660 puntos. La lista es larga y nada está dicho hasta el final. Ni Cayó la Cabra ni Curtidores de Hongos la alcanzan, llega el momento de Doña Bastarda. Primera rueda, cuatro puntos arriba. Segunda rueda, se corta la transmisión en AUTE por problemas de internet, la gente se impacienta, quiere ir siguiendo el puntaje. Quienes saben son quienes están con sus celulares, 30 puntos arriba, 61 puntos arriba al final. La gente se abraza y se felicita por el trabajo realizado.

La Gran Muñeca decide vivir los fallos de otra manera. Cuando uno llega al predio del Tito Frioni, en Anzani y Neyra, se encuentra con un panorama totalmente distinto a los otros clubes. Sin pantalla ni audio de la transmisión. Música tropical, mesas en la cancha de fútbol, donde se charla en forma distendida, y niños jugando a la pelota. Todo muy tranquilo.

La murga está señalada como una de las tres mejores de la categoría, y así lo plasmará un rato después cuando sea considerada tercer premio. De la parrilla salen platos y tablas con carne picada y chorizo para las mesas de los que fueron a acompañar, mientras el vino y el fernet son los “más pedidos” al cantinero.

Así, sin efusividad ni tampoco amargura, dejando la tradicional adrenalina de lado, la murga del Buceo elige seguir el fallo a través de los auriculares de algunos y sin estar pendiente del punto a punto.

En Sutel, donde espera la Bastarda, el ambiente es de ternura y emoción. Se sostiene el silencio y las caras están llenas de lágrimas. Porque este puede ser el año, porque falta Carlos Fidel Abellá, fundador de la murga, director responsable hasta su fallecimiento en agosto de 2024, padre de Camilo y Gastón, que siguen sosteniendo el conjunto; porque, como repiten varios componentes, la Bastarda es familia.

Cautela. La lista es larga y nada está dicho hasta el final, pero la gloria está cerca. Algo se decía, que este era su año, que era el mejor espectáculo de carnaval, pero que podía ser de Asaltantes también, que había que esperar. Los minutos parecen alargarse. De repente alguien grita y lo mandan callar, piden respeto. Algunos periodistas se meten entre los cables y la gente se desespera, ya se desconectó el proyector y nadie quiere que vuelva a pasar, no ahora que falta tan poco para el final.

Pasan La Muñeca, La Nueva Milonga, La Trasnochada. Sólo queda Queso Magro. La Bastarda, respetuosa, espera. Pero ya en la liguilla, cuando hay 120 puntos de diferencia entre ellos y la murga láctea, la gente no puede esperar. Los componentes siguen mirando con atención la pantalla, pero la ola de festejos finalmente los agarra, se apaga el proyector, vuelan las sillas, hay mochilas tiradas en el piso siendo pisoteadas. Esta es la definición de un mar de gente. Es una alegría desbordante, contagiosa y a la vez calma. La Bastarda logra su primer título, además de la mención directa a mejor espectáculo de carnaval y el reconocimiento del cupletero, Imanol Sibes, como la figura máxima del carnaval.

Emiliano Tuala, letrista, dice: “No es un momento para pensar, no tengo nada ingenioso para decirte, estamos muy contentos. No sabía hasta dónde podíamos llegar, pero desde el día uno sabía que nos iba a ir bien. Nos fue muy bien”. Sobre el trabajo del año asegura: “Fluyó todo muy rápido, muy fácil. No siempre pasa. A veces los procesos creativos están llenos de traspiés y, en nuestro caso, todo fluyó. Estamos muy contentos”.

Camila Sosa, sobreprima, expresa entre lágrimas: “Estoy muy agradecida, siento felicidad. Fue muy sacrificado, laburamos un montón, trabajamos hasta último momento y salió un espectáculo hermoso. La Bastarda es una murga resiliente, como dice Camilo. Se levanta en las peores, no tiene contra quién pelear, sale victoriosa”.