El fotógrafo coloniense Fefo Bouvier volvió a ser reconocido por la NASA, tal como ocurrió en 2018. En esta oportunidad, el organismo estadounidense destacó como foto del día en el sitio Astronomy picture of the day una imagen de la lluvia de meteoritos ocurrida en la noche del 13 de diciembre, captada por Bouvier en un campo cercano a Risso, localidad del departamento de Soriano. “El reconocimiento por la NASA es muy importante para la difusión de mi trabajo y, también, para dar a conocer aún más al rubro de la astrofotografía”, dijo Bouvier a la diaria.

La astrofotografía conjuga dos pasiones que Bouvier -nacido en 1990- cultiva desde la niñez. “En mi caso primero fue la astronomía, que me gustó mucho desde siempre gracias a mi abuelo César Díaz, a quien, sin embargo, no conocí”. El abuelo de Fefo trabajó como óptico y fue un aficionado a la astronomía que “dejó muchos elementos en la casa de la abuela: catalejos, telescopios, binoculares”.

Con esos artefactos en su poder, en la adolescencia Bouvier se detuvo “a mirar hacia el cielo, a estudiar astronomía de modo autodidacta y a prestar atención a los fenómenos astronómicos que podían verse en Uruguay y en el hemisferio sur”. En paralelo comenzó a desarrollar un blog donde plasmó sus observaciones.

En 2011, con una cámara adquirida por su hermana, el joven coloniense comenzó registrar paisajes nocturnos y a introducirse en la astrofotografía. También de forma autodidacta, Bouvier se inició en el estudio de esta disciplina gracias a los libros y blogs que encontraba en internet.

“A diferencia del fotoperiodismo, en la astrofotografía una fotografía del cielo está compuesta por varias fotos y no por una única toma”, mencionó. Agregó que el astrofotógrafo “tiene que imaginar el resultado mientras está capturando las fotografías para que después, en la posproducción, llegue al resultado deseado”. Muchas astrofotografías “son apilamiento y mezcla de escenas”, tal como aconteció con la fotografía destacada por la NASA en estos días, “que es una composición creada a partir de una foto del paisaje y muchas fotos de meteoros que capturé a lo largo de una hora y media”, detalló.

Para Bouvier, las particularidades fundamentales que debe tener un cultor de ese oficio “son la paciencia, la planificación y cierta técnica a la hora de la posproducción”.

Los lugares preferidos para registrar imágenes del cielo nocturno “son aquellos que están libres de contaminación lumínica, como los campos o los parques nacionales como Cabo Polonio [en Rocha] o el Salto del Penitente [en Lavalleja], donde es posible captar el cielo mucho mejor que a simple vista”.

Bouvier, quien también se ha especializado en la fotoarquitectura, se define como un cazador de eclipses ya sea de luna o de sol, “porque son todos diferentes, no hay ninguno igual a otro”. No obstante, aclara, también disfruta con las lluvias de meteoros, los pasajes de los cometas o las conjunciones de los planetas. “El cielo siempre está en movimiento, hay que observarlo”, advierte.

Posibilidades

Al fotógrafo coloniense le gustaría que hubiera un desarrollo mayor del astroturismo en Uruguay, y por eso se ha puesto en marcha para trabajar en esa línea. “Se trata de algo que ya el Ministerio de Turismo está viendo que se puede desarrollar. A mí me gustaría trabajar en esa área, para poder ofrecer mis herramientas y experiencias al respecto”, apuntó.

Para desarrollar esa línea de trabajo, Bouvier también se ha impuesto “ayudar a proteger el cielo nocturno, que está amenazado por las luces de la ciudad y de establecimientos turísticos que se llenan de luces que apuntan hacia el cielo”. “Debemos concientizar para que eso no ocurra”, apuntó. “Entre la gente hay un creciente interés por el cielo y la astronomía, y en Uruguay tenemos lugares fascinantes para hacer las visualizaciones del cielo”, concluyó.

Bichitos celestiales

En el sitio de la NASA aparece la siguiente descripción sobre la fotografía tomada por Fefo Bouvier: “Bichitos de luz parpadean a lo largo de un campo iluminado por la luna en esta escena tomada en la noche del 13 al 14 de diciembre desde el sur de Uruguay, en el planeta Tierra. Esa noche cayeron meteoros en los cielos parcialmente nublados durante la lluvia anual de meteoros Gemínidas. Los fotogramas capturados durante una hora y media están alineados en la imagen compuesta realizada con la cámara orientada hacia el sur. Esa dirección era opuesta a la del radiante de la lluvia hacia el norte, por lo que las rayas de las Gemínidas parecen converger en un antirradiante por debajo del horizonte sur. Sin embargo, el radiante aparente de la lluvia (y el antirradiante) solo se debe a la perspectiva. Al atravesar la Tierra el rastro de polvo del misterioso asteroide 3200 Phaethon, los granos de polvo que crean los meteoros de la lluvia de las Gemínidas se mueven en realidad por vías paralelas. Ingresan a la atmósfera terrestre viajando a unos 22 kilómetros por segundo".

Fefo Bouvier comparte sus imágenes en sus redes sociales (@fefobouvier en Instagram y Twitter), y en el sitio miralasestrellas.com.