El liceo de Nueva Palmira comenzó a funcionar en 1941, pero su gestación se inició un año antes. En efecto, en 1940 hubo reuniones en las que participaron el profesor Lucas Roselli, los doctores Joaquín Gallinares, Morris y Alaggia, así como Gioscia Arregui, Juan José Fontana y Constanzo, entre otros, según reseñan las crónicas de la época.

El 20 de octubre de ese año se realizó una reunión en la Biblioteca Popular local, en la cual se conformó la Comisión Proliceo de Nueva Palmira. Esa comisión solicitó a las autoridades educativas la cesión de salones de la Escuela de Varones 7 para comenzar el dictado de las clases.

El 22 de diciembre de ese año, el inspector de Primaria Servando Latorre informó el contenido de una resolución del Consejo de Enseñanza: se habilitó la cesión por un año, en carácter precario, del local escolar de la Escuela 7 como sede provisoria “del liceo a instalarse en esta localidad por una comisión popular”.

Los inspectores de Secundaria Clemente Ruggia, E Errazquin y Alberto Rodriguez llegaron a Nueva Palmira el 27 de febrero de 1941 para realizar el control reglamentario para habilitar el liceo. En ese recorrido estuvieron acompañados por miembros de la Comisión Proliceo, futuros docentes, y la directora de la Escuela 7, Elisa Laguna, quien ese día narró en el diario de la institución la visita “relacionada con la cesión del local” y “el préstamo del material didáctico”. El 17 de marzo de 1941 comenzaría el dictado en el liceo, cuyo primer director fue Joaquín Gallinares, mientras que JM Cardozo fue designado secretario.

La creación del liceo palmirense se conquistó tras atravesar algunos obstáculos colocados “en una lucha” con “personas decididamente contrarias a nuestra iniciativa (docentes, profesionales y vecinos que pasan al olvido)”, recordaría, tiempo después, Lucas Roselli.

El liceo fue habilitado en febrero de 1944; en ese momento contaba con tres clases y 57 alumnos. Entre 1942 y 1946 la dirección estuvo a cargo del doctor Medulio Pérez Fontana, cuyo nombre, posteriormente, fue elegido para denominar esa institución.

1946, un año clave

Tras gestiones realizadas por los impulsores de la gestación del liceo palmirense, en octubre de 1946 las autoridades decretaron la oficialización de la institución. Ese año asumió como director el doctor Augusto Lionnet.

Ese mismo año la institución comenzó a recibir a estudiantes de localidades vecinas, fundamentalmente desde Agraciada, donde se creó una comisión de vecinos que tuvo como objetivo adquirir un ómnibus para trasladar a los jóvenes locales hasta el liceo palmirense.

La comisión conformada en Agraciada mantuvo estrechos contactos con la Asociación de Padres y Amigos del Liceo de Nueva Palmira para conquistar el objetivo de facilitar la continuidad escolar de los jóvenes de esa zona del departamento de Colonia. Desde entonces, los jóvenes de Agraciada han concurrido durante 75 años al liceo de Nueva Palmira, generando una profunda relación entre ambas localidades.

El 18 de enero de 1946, organizada por el Rotary Club de Nueva Palmira, se hizo una cena homenaje a los primeros seis alumnos egresados del liceo local. En esa reunión, Chela Rodríguez, representante de los alumnos homenajeados, destacó la labor de aquellos que impulsaron la creación del centro educativo así como de quienes desempeñaban funciones en él.

El periódico local El Eco, en la edición del 11 de octubre de 1946, aseguraba: “Es sin duda alguna una de las conquistas más notables logradas por los palmirenses en los últimos años la oficialización del Liceo Popular Habilitado. La iniciativa surgió hace algunos años, erizada de dificultades. El ansia de superación y la tenacidad patriótica de sus propulsores, logró quebrar los cercos y las trampas que le tendieron los enemigos de la cultura democratizada, y los antipalmirenses”. Al otro día, el entonces presidente de la República, Juan José de Amézaga, visitó el liceo de Nueva Palmira.

Los primeros profesores

Durante los primeros cinco años el liceo de Nueva Palmira contó con docentes que trabajaron de modo honorario, cuyos nombres son recordados en la lista de forjadores de la institución. Esas personas también perviven en la memoria de los palmirenses a partir del trabajo que desarrollaron en otras áreas. Por ello resulta menester evocar a algunas de esas figuras:

Francisco Lucas Roselli (1902-1984) profesor de Ciencias Naturales e Historia Universal, y por un período director del liceo. Científico reconocido por sus publicaciones y descubrimientos en el área de la paleontología (descubridor de los nidos fósiles de insectos); hoy una calle y el Museo de Nueva Palmira, que supo crear y fundar, llevan su nombre.

Ulises Anzuela (1911-1989), profesor de educación física, deportista destacado en la práctica de fútbol, básquetbol y atletismo a nivel local y departamental, conocido como El Maestro. Jugó al fútbol en la primera de Peñarol, integró el seleccionado de fútbol de Colonia; fue director técnico y campeón invicto en 1957 con la “Roja de Colonia” en el torneo del Litoral. Hoy la Plaza de Deportes de Nueva Palmira lleva su nombre.

Sabas Olaizola (1894-1974), profesor de filosofía e historia- Fue escritor, periodista y pedagogo. Tuvo dos etapas en Nueva Palmira: de 1916 hasta 1921, fue director de la Escuela N° 7 de varones; en esa etapa funda el periódico La Ruta (1917-1918). Se radica nuevamente en Nueva Palmira en 1944 y participa activamente con el grupo fundador del Liceo de Nueva Palmira, siendo director del mismo por un tiempo.

Alejandro Romei (1908- ?), pintor y escultor. Fue profesor de dibujo y cosmografía y director del Liceo en la década de 1950; también director de liceos de Montevideo y Durazno, se retiró de la enseñanza en 1969, para dedicarse a su pasión, las artes plásticas; realizó estudios plásticos con el pintor italiano Raúl Viviani, en 1938 debutó en el Segundo Salón Nacional de Bellas Artes, se destaca su producción de la serie “Tipos populares”, como el barquillero, entre otros.

Juan José Fontana, nacido en Colonia, se radicó en 1936 en Nueva Palmira, siendo director de la Escuela N° 7; integró y participó de aquel primer grupo de fundadores de Liceo, donde tuvo un pasaje como director del mismo. También se destacó como escritor y pintor.

Los primeros alumnos

Los alumnos fundadores del Liceo de Nueva Palmira fueron: Nelly Poloni, Julio Viré, Obdulio Helguera, Rubén Elizalde, Fany Boné, Pedro Viré, Gladys Tita Rigby, Irma Sartori, Perla Iturburua, Elena Tita Solimano, Tona Gatto, Primitivo Solari, Gloria Banega, Haydee Read, Delma Correa, Obdulio Lomez, Eimer Iturburua, Nilba Delgue, Isabel Correa, Ruperta Magrini, Miguel Mora, Ana María Banega, Humer Iturburua, Pola Iturburua, Aurelia Susena y Clivia Correa.

.