La sesión de la Junta Departamental de Colonia desarrollada este miércoles 28 en el teatro Bastión del Carmen pasó a cuarto intermedio a raíz de un incidente generado por el edil frenteamplista Hébert Márquez, quien se levantó de su banca, caminó hacia la mesa donde se encontraban las autoridades de ese organismo y retiró el micrófono que estaba frente a la secretaria general, Claudia Maciel, mientras esta leía el orden del día.

Márquez explicó luego a varios medios de prensa que su intención era profundizar planteos que había realizado en la “media hora previa” al inicio de la sesión. Ante la acción del edil frenteamplista, Maciel se alejó de la mesa y el presidente de la Junta Departamental, Alejandro Fioroni, propuso pasar a un cuarto intermedio, lo que fue aceptado por el cuerpo deliberativo.

Tras el corte, los ediles discutieron y aprobaron un proyecto que prevé multas para los comercios que no cumplan con los protocolos sanitarios.

Al finalizar la sesión, los representantes de los partidos Nacional y Colorado emitieron un comunicado conjunto para repudiar la “conducta violenta, antidemocrática y antirreglamentaria realizada por el edil Hébert Márquez”.

“La Junta Departamental es un ámbito de intercambio de ideas, con la dignidad y solemnidad que la institución impone” y “la difusión e intercambio de ideas debe efectuarse con respeto y consideración hacia los funcionarios, ediles y prensa asistente, por eso consideramos inaceptable la conducta violenta y agraviante dirigida a una mujer”, concluyen.

Las edilas nacionalistas Norma Espinosa y Agustina Durquet dijeron en rueda de prensa que “la comisión de asuntos internos determinará si amerita una sanción” a Márquez. “Como ediles nos corresponde no permitir este tipo de atropellos; había que poner un freno, porque es una agresión hacia una mujer trabajadora mientras realizaba su función”, señalan.

Durquet aseguró que “se trató de una situación grave, que se dio en el ámbito laboral, contra una mujer; hay que tomar medidas de todo tipo y debe considerarse tomar medidas a nivel judicial”.

Márquez rechazó las acusaciones realizadas por blancos y colorados y argumentó que tomó “un micrófono que vi y que estaba abierto”. “Es un detalle menor que ha sido aprovechado para tapar otras cosas”, aseguró el edil al portal informativo F5.

“Había un solo micrófono para todos los ediles, otro para el presidente, y otro para la secretaria. Se les ha dado por cortar el micrófono a los ediles, nos dejan hablando en el aire, entonces lo que hice fue ir a buscar el micrófono que estaba arriba de la mesa, que no estaba en las manos de nadie”, relató.

Márquez agregó que “se sienten agraviados por eso, pero en el fondo no hubo ningún reproche, ninguna palabra, ni ningún desdén hacia la persona que estaba frente al micrófono [Maciel], que lo agarré porque era el único que estaba”.

El edil argumentó que tomó el micrófono que era utilizado por la secretaria general para reiterar los pedidos de informes que había presentado al Ejecutivo comunal y que aún no fueron respondidos. “Todo empezó porque el oficialismo no permitió reiterar los pedidos de informes que la bancada del Frente Amplio ha hecho”. “Cuando los informes no son respondidos” para el edil reclamante “existe un mecanismo que prevé que los mismos sean respondidos a la Junta Departamental directamente; es sólo un asunto de trámite, y el Partido Nacional se niega a dar ese paso, de modo que la junta deja de tener cualquier función, porque no legislamos ni controlamos ni se contestan los pedidos de informes”, añadió.

Críticas internas

La mayoría de los sectores del Frente Amplio (FA) cuestionaron a Márquez. Por ejemplo, varias edilas frenteamplistas, titulares y suplentes, emitieron un comunicado, “acompañadas por nuestros titulares y suplentes varones frenteamplistas”, en el que toman distancia de la actitud que tuvo Márquez durante la sesión del miércoles.

“Hemos asumido, como lo marca la historia, la defensa de los Derechos Humanos en general como sustento de nuestra democracia. Esta lucha incluye la búsqueda de la igualdad de género, transitando el camino de construir una sociedad libre de violencia basada en género”, señalan.

Las edilas frenteamplista establecieron que “ninguna fuerza política escapa a este flagelo, ya que la violencia se manifiesta de forma transversal en todos los ámbitos”, y que “en los partidos políticos se manifiesta en aquellas acciones, conductas u omisiones que tengan por objeto o resultado menoscabar el ejercicio o goce de los derechos políticos de las mujeres. En la interna, extra partidariamente, en lo privado o lo público”. Finalmente, las representantes del FA señalaron “repudio a toda acción que sea llevada a cabo en los términos anteriormente expresados”.

Analía Vila, edila suplente del Partido Socialista, dijo a la diaria que está “totalmente en contra” del proceder de Márquez. En relación a lo ocurrido en la Junta Departamental, Vila opinó que “hubo violencia de los dos lados, porque a Márquez no se le permitió hablar, pero si alguien me agrede y yo agredo, también ejerzo violencia. Y es un agravante importante que sea contra una mujer, es algo que va contra nuestros principios y tenemos que desmarcarnos de esta situación”.

Vila relató que “este tipo de situaciones las veníamos sufriendo a la interna de la bancada del FA y ahora se potenciaron, porque son varios ediles frenteamplistas” que la ejercen. “Quizás antes la política era muy apasionada y se permitían los golpes y los gritos, pero nosotros no estamos de acuerdo y no queremos participar de ese tipo de situaciones”.

La representante socialista recordó que hace algunos meses ese sector se retiró del espacio de coordinación de la bancada del FA que desarrollaba el edil Juan Pablo Roselli “por situaciones similares”.

“Nosotras nos hemos silenciado y aguantado situaciones de violencia, que sólo hemos denunciado a la interna para buscar los caminos para que esto no vuelva a pasar, para no debilitar a la fuerza política, pero ya no se puede soportar este tipo de cosas. Ahora la violencia sale afuera y creemos que debemos decir basta”, enfatizó.

El edil demócrata-cristiano Emmanuel Martínez acompañó la declaración realizada por las edilas del FA. Al igual que Vila, opinó que los sucesos de la Junta Departamental desnudan las diferencias internas que vive esa fuerza política en Colonia desde hace varios años. “No hay posibilidades de entendimiento entre sectores que tienen representación nacional y otros que son expresiones departamentales, casi personales, que consideran que sólo hay que oponerse al Partido Nacional, que no hay que mejorar los proyectos malos que a veces llegan a la junta o que ante cualquier cosa que hagas en esa línea te tildan de moreirista”. “Lamentablemente corremos peligro de que se desarme la bancada del FA y permanezcan dos bloques”, pronosticó.