La ordenanza vigente en el departamento de Colonia sobre Ruidos Molestos prohibe “producir, causar, estimular o provocar ruidos molestos, superfluos o extraordinarios, cualquiera sea su origen, cuando por razones de la hora y lugar o por su grado de intensidad, perturben la tranquilidad o reposo de la población o causen cualquier perjuicio material o moral”.

Sin embargo, según el edil colorado Gabriel Gabbiani (Ciudadanos), la fiscalización del cumplimiento de la ordenanza “es casi nula” por parte del gobierno departamental. El edil lamentó que los controles “únicamente se llevan a cabo frente a denuncias específicas, y no como una constante”.

Gabbiani advierte que la reglamentación, por antigua, no contempla la aparición de “nuevas y más potentes fuentes de ruidos, entre ellas, los tronadores de los escapes libres de motos y autos” ni los “potentes equipos de música instalados en los mismos” que se han convertido “en una verdadera calamidad para la población sin que la Intendencia haya puesto un freno”.

El proyecto del PC establece que no podrán circular vehículos “desprovistos de silenciadores de escape, o provistos con escapes libres, bramadores, tronadores, torinos o similares, aquellos que tengan parlantes o equipos de sonido que, circulando o estando estacionados en lugares públicos, sobrepasen los límites establecidos como máximos aceptables”, y aquellos que “por cualquier circunstancia tengan un funcionamiento o marcha anormal con producción de ruidos”.

En esos casos, los vehículos serán retirados de la vía pública “por la autoridad competente, y cumplidos los plazos legales correspondientes, se procederá a su entrega o destrucción”.

Profundizar medidas

Los cambios propuestos por el edil colorado también apuntan a desarrollar un mayor control en “pubs, paradores, gimnasios, gyms, centros fitness y similares en las zonas urbanas y suburbanas -hasta ahora no incluidos- como establecimientos que deberán contener dispositivos para atenuar el nivel sonoro”. Además, propone aumentar la distancia entre “nuevas discotecas, boites, confiterías bailables, paradores, gimnasios, gyms, centros fitness y locales de naturaleza similar “, que a partir de ahora deberán estar “de 100 a 250 metros de hospitales, sanatorios, asilos, hogares de ancianos o niños, casas cuna, salas velatorias, bibliotecas, museos y similares”.

El proyecto del edil colorado establece un aumento de las multas a los locales que infrinjan la normativa, estableciendo que la transgresión será sancionada la primera vez con una multa de 60 Unidades Reajustables (UR), la segunda de 120 UR, la tercera con una clausura del local por 90 días y la cuarta con la clausura definitiva.

Denuncias sobre ruidos en rambla coloniense

Un suscriptor de la diaria que vive en Colonia del Sacramento envió un mensaje para compartir una “inquietud de muchos colonienses” sobre tránsito de motos en la rambla de Colonia del Sacramento. “Resulta insoportable el ruido de las mismas, muchas de ellas con escape libre, sin matricula y a alta velocidad”, lo cual “se repite a lo largo del dia y de la noche, perturbando en esas horas el descanso de los vecinos”, señaló el lector.

Aunque la situación es “harto conocida”, según dijo, “no se hace absolutamente nada por ponerla bajo control”. La policía de tránsito “se parapeta atrás de un árbol” para “sorprender a algún conductor de auto” mientras que las motos “disfrutan de su disneylandia festiva”, remarcó.