En Nueva Helvecia existen dos teorías acerca de la fecha de inauguración del Cine Helvético: algunos sostienen que se fundó el 15 de enero de 1915, mientras que otros, apoyados en recortes de prensa de la época, aseguran que el biógrafo de la empresa Nemer fue abierto el 26 de enero de 1916 con la proyección del film La historia de un imperio, también denominado La epopeya napoleónica.

Al igual que ocurrió en distintas partes del orbe, en aquella época el Cine Helvético se transformó en un lugar de referencia de primer orden para la población local a la hora de buscar entretenimiento. Esa historia duró cerca de 80 años. En 1983 las luces de los proyectores del cine neohelvético se apagaron, y volvieron encenderse diez años después de la mano de una comisión de vecinos que procuraba generar recursos para construir un jardín de infantes público en la localidad. Esa primera experiencia de cine comunitario -podría decirse- duró tres años.

A lo largo de ese proceso, los propietarios del inmueble pretendían venderlo, algo que no lograron hacer. Ante la posibilidad de que el viejo cine fuera rematado, en Nueva Helvecia se conformó una comisión de vecinos que tuvo como objetivo salvaguardar la principal sala cerrada diseñada para espectáculos públicos. Y de ese modo, con el aporte económico de la población local y de la Intendencia de Colonia, una asociación civil conformada con ese objetivo adquirió la sala en 1998, mediante la obtención de un crédito. La primera película en exhibirse en esa nueva etapa fue Titanic, que en un solo fin de semana vendió 5.000 entradas.

La asociación civil, gracias al apoyo de los gobiernos central y departamental, pudo hacer frente a los efectos que tuvo la crisis de 2002 en esa institución, que no pudo sostener los pagos de la cuota del crédito que había permitido la adquisición del inmueble. En 2010, con el aporte de los Fondos para el Desarrollo de Infraestructuras Culturales del Ministerio de Educación y Cultura, pudo reacondicionar la sala y actualizar los equipos de sonido. De ese modo, en el enorme edificio, declarado Patrimonio Histórico Nacional, se proyectaron cientos de películas y en su escenario se desarrollaron numerosas actuaciones artísticas.

Actualización obligatoria

Superadas esas crisis financieras, ahora el devenido centro cultural de Nueva Helvecia requiere actualizar el sistema de proyección para no quedar por fuera del circuito comercial, ya que la tecnología existente en esa sala no le permite trasmitir las películas más recientes.

“Las complejidades de la industria de la exhibición cinematográfica internacional nos juegan una mala pasada, a tal punto que no estamos seguros si el próximo 16 de abril de 2023 podremos festejar nuestros primeros 25 años de increíble resistencia, quizá esas mismas butacas vuelvan a quedar vacías y esta vez, para siempre”, advierte un comunicado emitido por el Centro Regional de Cultura Cine Helvético.

En diálogo con medios locales, el presidente esa asociación civil, Fernando Henríquez, anunció que se iniciará una campaña de recolección de recursos para comprar “el servidor electrónico donde las distribuidoras envían las películas de modo directo, al cual se puede acceder mediante un código, y a un kit con otros instrumentos” necesarios para llevar adelante las proyecciones. La obligatoria actualización de los equipos demanda una inversión cercana a los 10.000 dólares, una cifra de dinero que no puede ser cubierta por las arcas de esa institución cultural.

“Estamos haciendo campaña de apoyo en la comunidad y de a poco vamos logrando que la población tome conciencia de la importancia del Cine Helvético, que ha sido una institución regional de la cultura”, valoró Henríquez.