El viernes el presidente de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), Leonardo Cipriani, estuvo reunido con funcionarios y usuarios de los hospitales de Rosario y Juan Lacaze, con el objetivo de explicar la resolución de ese organismo de suspender las intervenciones quirúrgicas en ambos centros hospitalarios a partir del 1° de julio.

Esa medida, anunciada hace diez días, provocó molestias tanto en funcionarios como en usuarios de esos hospitales colonienses, algo que se hizo evidente en los encuentros en los cuales participó Ciprani junto a otros integrantes del directorio de ASSE y al director general de Salud del Ministerio de Salud Pública (MSP), el carmelitano Miguel Asqueta.

Los discursos de las autoridades sanitarias fueron similares en ambas localidades. Sin embargo, las reacciones alcanzaron diferentes grados de intensidad: en Rosario se generaron ciertos desbordes a partir de un fuerte intercambio entre un exdirector de ese hospital, el colorado Ariel Batiste, y algunos usuarios de ese nosocomio; en Juan Lacaze, la discusión se tornó áspera pero no alcanzó la exasperación vivida en tierras pichoneras.

Cipriani recordó que las inspecciones realizadas por el MSP en ambos quirófanos arrojaron observaciones que ameritan la suspensión temporal de ambos establecimientos por parte de ASSE. Las fiscalizaciones determinaron que pueden generarse “situaciones de riesgo para los pacientes” y ASSE “debe velar para que los pacientes se operen de modo seguro”. Cipriani y Asqueta aseguraron que las inspecciones “constataron inconsistencias mayores” en esos lugares, entre las cuales detallaron “la falta de adecuación de los blocks quirúrgicos, riesgos asociados al tamaño y la circulación de personas dentro de los mismos, la falta de recuperación anestésica y deficiencias en las instalaciones eléctricas”.

La ausencia de condiciones de seguridad en esos recintos podría derivar en riesgos para la salud de los pacientes, lo cual podría derivar en causas judiciales para ASSE y para los profesionales que intervinieran en esos procedimientos. “Si llegara a ocurrir algún problema o fallecimiento” en esos blocks quirúrgicos “la institución y los funcionarios que intervienen también tendrán un serio riesgo”, advirtió.

“No hay habilitación formal de esos centros quirúrgicos para que funcionen correctamente, y de todos modos se realizaban intervenciones”, dijo Asqueta. En tanto, si bien Cipriani insistió en el carácter “provisorio” de estos cierres, admitió que si una vez evaluados los costos que tendrían las reformas en esos blocks, ASSE no contara con los fondos requeridos para llevarlas a cabo, “el cierre sería definitivo”.

La suspensión temporal de esos centros no provocará la pérdida de sus empleos para las personas afectadas con esas medidas, dijo el presidente de ASSE. Y explicó que las intervenciones quirúrgicas que deban realizarse los pacientes de esas localidades se llevarán a cabo en el hospital público de Colonia del Sacramento o en los prestadores privados establecidos en esas localidades (Camec en Rosario y Círculo de Obreros Católicos en Juan Lacaze).

Al abordar este punto, usuarios y funcionarios del hospital de Juan Lacaze recordaron que el centro de salud de Colonia del Sacramento no cuenta con el personal suficiente para satisfacer el aumento de la demanda. Además, Cipriani fue cuestionado por los usuarios por el vínculo laboral que mantuvo con el Círculo Católico hasta el momento de asumir en la función pública.

“Vinimos a dar la cara para buscar una solución. Yo no trabajo más en el Círculo Católico, y si quisiera confabular algo o hacer una maldad no estaría acá”, respondió el jerarca. Y aseguró que en la actual gestión ASSE bajó la cantidad de contrataciones de distintos servicios que realiza a los operadores privados. “Es un relato [eso de] que ASSE apuesta a la tercerización” de los servicios, y “en esta gestión en los centros públicos ha habido un aumento de la productividad”, aseguró.

Los funcionarios consultaron a Cipriani y Asqueta por las condiciones en las cuales se encuentra el block quirúgico del Círculo Católico, y el director general de Salud respondió que no tenía esa información, mientras que Cipriani dijo que es un tema que “no incumbe a esta reunión”, y lanzó: “Desde el punto de vista económico tal vez sirve más comprar servicios a prestadores privados” que mantener abiertos los blocks quirúgicos de Rosario y Juan Lacaze.