Si a los colonienses nos preguntan por vinos, automáticamente pensamos en Carmelo y en las históricas bodegas y viñedos que se desarrollan en aquel lugar. Gracias a la Ruta del Vino de Colonia, que tiene como objetivo hacer conocer y posicionar al departamento coloniense como uno de los principales destinos enoturísticos de Uruguay, logramos expandir la mirada y conocer nuevas bodegas con productos de excelencia, que hoy son elogiados por turistas locales y extranjeros que recorren el departamento.

Sobre la ruta 21, tres kilómetros al norte de la ciudad carmelitana, se encuentra Colonia Estrella, un paraje con más de 150 años de historia, fundado por migrantes italianos que a partir de 1855 colonizaron la región, desarrollando trabajo e inculcando sus costumbres, por ejemplo, la de cultivar la vid.

El primer precursor en el desarrollo de cultivar y más adelante industrializar el producto fue Ángel Cordano, quien llegó procedente de Génova, Italia, y sembró las primeras vides de la variedad Criolla. Ángel, tío de Lucy Cordano, madre del expresidente José Mujica, dio inicio a una generación familiar que hasta el día de hoy sigue produciendo sus vinos con uvas de alta calidad enológica -Tannat, Merlot, Cabernet Franc, Sauvignon y Chardonnay, entre otras variedades-, con una capacidad de bodega de 85.000 litros.

Foto del artículo 'Bodega y Viñedos Cordano, cinco generaciones conservando la cultura y la tradición familiar'

Foto: Ignacio Dotti

El enoturismo

Almacén de la Capilla está ubicada en Camino de los Peregrinos esquina Ana María Carpy de Cordano, en Colonia Estrella, y es parte del proyecto enoturístico Bodega y Viñedos A Cordano Hnos. El ingreso principal al establecimiento da paso a lo que antiguamente fuera un almacén de ramos generales, donde hoy descansan vinos de diferentes variedades, mermeladas, conservas y un sinfín de accesorios de época que decoran el lugar con aroma a un pasado feliz.

Cada habitación mantiene casi en su totalidad pisos y techos originales, que datan de principios del siglo XX. Diego Vecchio, esposo de Ana Laura Cordano, recibe a los visitantes y cuenta la historia de la familia, de los viejos migrantes italianos, del establecimiento y del presente auspicioso pero de constante trabajo. La pareja es parte de la quinta generación de los Cordano, que reciben turistas de Brasil, Argentina, Estados Unidos y Alemania, entre otros.

El entorno es maravilloso. Grandes santa ritas y una parra de uva moscatel dan sombra a un corredor amplio y cómodo que se une con un espacio semicerrado en donde se ubican una mesa larga, sillones, mesas individuales y un gran parrillero al final.

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Foto: Ignacio Dotti

Son épocas “en que el turismo viene mejorando y la visita de extranjeros es a diario y no podemos no recibirlos”, dijo mientras miraba de reojo a unos visitantes brasileños. Luego, el esposo de Ana Laura Cordano, prima segunda de Mujica, invitó a conocer la historia que, pieza tras pieza, se puede ver, oler y palpar en ese lugar. “Esas imágenes pertenecen a los primeros migrantes de la familia que llegaron a Colonia Estrella”, señaló Vecchio, en un rincón del comedor. Una mesa con un pie de máquina de coser, un teléfono antiguo, una máquina de escribir, un candelabro y retratos en la pared mantienen presentes las raíces familiares.

“Es un trabajo diario y constante el que tenemos que hacer aquí”, expresó el alma máter del lugar. La llegada de turistas, casi en su totalidad del exterior, “ha sido muy buena” en estos primeros días del año. Casi 50 visitantes a diario están llegando al almacén, en donde “degustan diferentes tipos de vinos, almuerzan y se llevan algún producto casero de especialidad”, continuó.

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Foto: Ignacio Dotti

Desde 2012, la familia Cordano transformó la bodega, los viñedos y el almacén en un espacio turístico, dada la gran aceptación que tenía el establecimiento con los visitantes. Nuevas experiencias son parte de la mutación de las bodegas desde la apertura al enoturismo, cada uno que llega al lugar puede hacer recorridos por el establecimiento, consumir sus vinos y productos gastronómicos de la zona, además de permanecer en el alojamiento. “Tenemos una cabaña para dos personas en el medio del viñedo que sin dudas es una experiencia maravillosa”, expresó Vecchio.

“Nosotros, junto a las otras bodegas de la zona, debemos potenciar y hacer de esto un lugar en donde el turista se sienta como en su casa”, cerró Vecchio.