El panorama que atraviesan los productores agropecuarios colonienses resulta dificultoso, al igual que ocurre en otros puntos del país. La extensión de la declaración de Emergencia Agropecuaria hasta abril sumó nuevas ayudas a la forestación y a la apicultura; la ganadería, lechería, horticultura, fruticultura y agricultura ya contaban con diversas exenciones.

En ese territorio, el Centro Coordinador de Emergencia Departamental (CECOED) de Colonia, ha implementado una serie de medidas para paliar la situación y ayudar a los productores. Entre las ayudas dispuestas, aparecen la limpieza de aguadas y tajamares para productores familiares que tengan una explotación total de 50 hectáreas y que estén registrados en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), según comentó el director de Promoción y Desarrollo de la Intendencia de Colonia, Pablo Lecor.

En Colonia Española, paraje ubicado al este de Colonia Valdense, donde la producción agrícola ganadera es la principal fuente de recursos, hasta los caminos vecinales dan cuenta de la existencia de una sequía prolongada. Allí se encuentra Eduardo de León, un productor rural que desde 2005 trabaja en áreas que antiguamente laboreaban su padre y un tío: “Comencé arrendando campos que trabajaba mi padre junto a su hermano en la zona de la Colonia Española”, recordó De León en diálogo con la diaria.

El productor trabaja con una gran variedad de cultivos, tanto en la temporada estival como en el invierno, y con ganado que mantiene en su área. “Esta siembra de verano la hicimos con soja, maíz y girasol”, explicó. En los últimos años renació el cultivo de girasol en las chacras uruguayas, lo que ha generado “buenas expectativas” en los productores dado que es una planta más “rústica y aguerrida”, que siempre “te termina dando algo”, destacó De León.

Este productor coloniense arrienda 170 hectáreas y también trabaja en otras 80 por contrato de medianería. Más allá de la agricultura, de León mantiene 130 animales de invernada en un área de pastoreo de 50 hectáreas de alfalfa. En un año normal, aparte del ser alimento para el ganado, “vendemos fardos y generamos otra forma de ingreso”, dijo el productor. Sin embargo, “hoy cortamos la venta para mantener nuestro ganado”, aseguró.

Del total de arrendamiento, de León tiene dos grandes áreas a unos tres kilómetros de distancia entre uno y otro. Y mientras cargaba con agua cinco tarrinas de 1.000 litros cada una desde un pozo semisurgente “bastante nuevo”, el productor comentó que esta sequía “no es sólo de ahora”, sino que se trata de “más de tres años que venimos arrastrando faltantes de agua”. De León completa las cinco tarrinas hasta el tope de agua y prende el tractor. El traslado a paso de hombre se da hasta la casa de su tío, Juan Carlos, donde lo esperan 84 novillos de unos 250 kilos, que consumen diariamente en promedio esos 5.000 litros que van sobre la zorra.

Para el productor, la situación que se vive en el sector “es crítica”. La distribución del agua y alimento para los animales provocan que “tengamos que hacer trabajos extras con sobre costos”, explicó. “Antes ese tiempo lo invertía en otras tareas”, como “el arreglo de alambrado, pastores”, reflexionó.

Por el momento, de León no sufre “faltante de agua”. Pero, de cuatro pozos que el productor posee en esa área, “uno solo me está dando, y estoy acarreando para diferentes lugares donde tengo los lotes de animales”.

La solución a esta crisis “va a demorar meses” porque las lluvias “que debemos recibir deben ser muy importantes”, dijo el productor. Seguramente después de una seca “tan grosera como esta”, va a pasar a la inversa y “nos va a sobrar el agua”, pronosticó.

Préstamos

Esta semana 12 productores del departamento de Colonia recibieron vales correspondientes a préstamos especiales otorgados por el Estado, enmarcados por la emergencia agropecuaria. Los préstamos son de “libre disponibilidad” y se podrá utilizar “para la compra de raciones, fardos o inversiones en agua”, explicó la directora departamental del MGAP, Patricia Aguiar. De León ha optado por no acobijarse en ese tipo de préstamos. “No he solicitado ninguna ayuda hasta el momento”, comentó. “El trabajo que venimos haciendo, dado el emprendimiento que tenemos, es prevenir y dedicarle todo el tiempo a esto, para que no pase nada raro”. Los subsidios que se otorgan para los productores “muchas veces son burocráticos y los trabajos o las necesidades que tenemos en el campo son urgentes”. De todos modos, “las previsiones se nos están terminando”, advirtió.

El productor coloniense afirmó que hasta el presente nunca había atravesado un proceso de sequía similar “ni en carne propia, ni en bolsillo propio”. “Es una situación muy difícil y bastante complicada porque somos un montón de productores”, que “nos cruzamos en la agropecuaria, en la cooperativa, en los caminos, y estamos en la misma situación”. No obstante, de León dijo que “hay que esperar, no desesperar”.