El actual período de gobierno departamental de Colonia se ha caracterizado, entre otras cosas, por un clima áspero en la Junta Departamental entre la mayoría de ediles del Partido Nacional (PN) y un grupo de representantes del Frente Amplio (FA). De hecho, en los últimos meses la presidencia de ese cuerpo resolvió pasar a cuarto intermedio en varias sesiones dado el alto grado de confrontación que reinaba en el plenario a la hora de tratar algunos temas.

El último incidente ocurrió en enero, tras una intervención del edil frenteamplista Pedro Leyzagoyen. Algunos ediles oficialistas se sintieron afectados por sus dichos y pidieron el levantamiento de esa sesión.

En febrero el plenario de ediles colonienses fue convocado de modo extraordinario, con un orden del día que contenía temas que, a primera vista, no ameritaban un tratamiento urgente, como cambios de nombres de calles en algunas localidades. Sin embargo, la presidencia y la secretaría de ese cuerpo apelaron al carácter extraordinario para evitar que los representantes del FA presentaran temas urgentes “sobre tablas”, es decir, sin coordinación previa y por fuera del orden del día, según reconocen desde el oficialismo.

De hecho, en la sesión extraordinaria que se realizó el lunes 27 el edil frenteamplista Carlos Fernández (Lista 1001) intentó hablar sobre el funcionamiento de la junta, y el presidente, Fredis Antúnez, se lo impidió dado que eso no estaba incluido en el orden del día.

En diálogo con la diaria, Fernández dijo que “el único motivo que tuvo la bancada blanca para convocar esa sesión fue el cobro de los viáticos”. “No había ningún tema de urgente consideración en el orden del día, y cuando quisimos hablar sobre el funcionamiento de la junta se nos impidió hablar”, dijo el edil. “Esta situación fue la gota que colmó el vaso, porque hay una degradación institucional muy grande de la Junta Departamental, que funciona como un búnker del PN, donde la secretaria política de la junta [Claudia Maciel] maneja a su antojo las cosas y presiona al presidente Antúnez para que las cosas se hagan como ella quiere”.

En la sesión del lunes 27 “yo quería hablar y Maciel no me dejaba, ella seguía hablando sin respetar a los ediles, a pesar de que ella es una funcionaria, más allá [de] que ella haya sido designada políticamente” por el intendente Carlos Moreira.

El FA pretende “dar una discusión sobre el funcionamiento de la Junta Departamental, pero no podemos hacerlo” porque “la secretaria política pasa por encima de los ediles de su propio partido”, dijo. Según Fernández, “lo que acontece” en la junta coloniense “no es novedoso ni original, porque se trata de una estrategia del PN en varias intendencias donde ellos son gobierno”.

En tanto, el edil nacionalista Sergio Bertón dijo a la diaria que los problemas ocurridos en los últimos meses “no son culpa de Maciel”, sino que se debe “a desconocimiento de los reglamentos” y “un espíritu de confrontación” por parte de algunos ediles, que “hablan mucho y leen poco”, lo cual ha generado “incidentes”.

La presidencia de la junta coloniense convocó una sesión extraordinaria el lunes 27 para evitar que ocurrieran “los mismos problemas” que en la penúltima sesión, “donde Antúnez se fue muy mal por no haber podido dominar esa sesión”, expresó Bertón. “Los ediles del FA plantean como temas urgentes cosas muy complejas, como la construcción de una ciclovía en la rambla de Colonia, y se generan discusiones interminables que no permiten tratar el orden del día”, cuestionó el edil blanco.

Para Bertón, “es imprescindible” que la presidencia de la junta coloniense “aplique el reglamento para tratar de que las sesiones se desarrollen con normalidad”.