A finales de 2022, personal de la empresa Abengoa Teyma comenzó a picar las calles de Juan Lacaze para iniciar las obras del tendido de la red de saneamiento. Las obras comenzaron en el barrio Charrúa y se fueron extendiendo hacia el Centro, Libertad Este y Tres Focos. En ese proceso surgieron algunos inconvenientes que la mayoría de los locatarios imaginaron que podrían presentarse una vez que las máquinas comenzaran a hacer su trabajo: vertientes de agua que brotan por doquier y arena fina a raudales que se cuela por los filtros de las bombas. Acaso esas mismas cosas debieron enfrentar hace más de un siglo los primeros habitantes de esa ciudad cuando, a palada limpia, empezaron a construir sus viviendas en medio de los arenales que rodean a esa parte de la costa del Río de la Plata.

Los comerciantes establecidos en esos barrios, donde generalmente tienen sus viviendas, no dan abasto con las tareas de limpieza de los locales y de los productos que tienen a la venta, incluyendo alimentos. “Toda la mercadería se llena de arena y de tierra, los productos se estropean, y ni hablar de quienes venden comida ya preparada, que están siendo muy afectados por esta situación”, comentó un comerciante a la diaria.

A pesar de que el contrato inicial entre los diversos organismos públicos implicados en una obra de estas características establecía que, a medida que iban avanzando las obras, debían repararse las calles que fueron levantadas para colocar las cañerías, “hasta el momento no se ha colocado una gota de asfalto en toda la ciudad, que está hecha un desastre”, lamentó el alcalde Arturo Bentancor (Frente Amplio, FA) en diálogo con la diaria. “Hay una tremenda falta de ejecutividad de la empresa encargada de hacer las obras, de OSE, que es quien controla, y de la Intendencia de Colonia, que es la encargada de realizar los cierres de obras”, comentó el alcalde, y agregó que “los técnicos de OSE nos dicen que la intendencia está atrasada con los cateos y estudios de compactación del piso, mientras que los encargados de obras” de la comuna “nos dicen que no es así, que ellos están trabajando”. “Se echan las culpas unos a otros mientras los vecinos, que ya no creen en nada de lo que se les dice, reclaman con razón porque la ciudad es un caos”, resumió Bentancor.

A medidados de este mes, los integrantes del Concejo Municipal de Juan Lacaze solicitaron una entrevista al presidente y a la vicepresidente de OSE, Raúl Montero y Susana Montaner, respectivamente, pero aún no obtuvieron respuesta a esa solicitud. En tanto, hace unos meses el director de ese organismo en representación del FA, Edgardo Ortuño, estuvo en ese municipio, que también es gobernado por esa fuerza política. “Ortuño vino a hablar sobre la importancia del saneamiento en líneas generales, pero no ha estado en el día a día del desarrollo de esta obra”, comentó Bentancor. El alcalde sabalero comentó que Montero y Montaner no han llegado a Juan Lacaze “a explicar qué pasará con el desarrollo de esta obra” porque “no les rinde políticamente”. “Otra explicación no le encuentro a esa falta de respuestas”, añadió. A las autoridades de OSE “les estamos pidiendo una conversación para planficar un cronograma, porque, por un motivo u otro, siempre algo deja de funcionar” en el transcurso de esa obra. Bentancor recordó que el 18 de julio “los encargados de la obra anunciaron que comenzaría la bituminización de José Salvo, la calle principal de la ciudad, y hasta ahora no se ha colocado ni una gota de bitumen”.

“Nosotros deberíamos estar para explicar la importancia que tiene el saneamiento y las mejoras que eso implica para la localidad, pero debemos estar atendiendo la queja continua de los vecinos por el estado desastroso en el que se encuentra la ciudad”, lamentó.

En la misma línea, el edil Emmanuel Martínez, también del FA, dijo a la diaria que “el directorio de OSE nunca dio la cara y no ha dado respuestas a nuestro pedido”. “Quizás hace unos meses, en medio de la crisis hídrica que afectó a Montevideo, hubiésemos entendido esta demora en responder, pero ahora ya no tienen excusas, y deberían dar respuestas en Juan Lacaze, porque esto se ha transformado en un problema político, porque el organismo responsable de estas obras no ofrece soluciones al caos en el que se ha transformado la ciudad”, agregó el edil. “Juan Lacaze se ha vuelto un lugar intransitable, con riesgos de siniestros, con gente que circula a contramano, con calles llenas de pozos, de arena y de balizas que no funcionan”, detalló Martínez.

El Centro Comercial local, en diversas reuniones, ha reclamado una mayor coordinación de las obras a OSE y la comuna coloniense, algo que no ha tenido demasiado éxito hasta el momento. “Cuando vimos que postergaron la bituminización de José Salvo nos dimos cuenta de que esta situación se iría para largo y reclamamos una mayor coordinación a las partes involucradas”, comentó un dirigente de esa gremial a la diaria. “Ahora la empresa empezó a informar las obras de levantamiento de calles, pero no sabemos nada sobre cuándo empezarán a repararlas”, agregó.

Explicación de la demora

En tanto, también en diálogo con la diaria, el director de OSE en representación del FA, Edgardo Ortuño, reconoció que ha habido demoras en el transcurso de estas obras y argumentó que eso ha ocurrido “debido a las características del suelo en el barrio Charrúa, que dificulta la colocación de tubería a profundidad (acumulación de agua subterránea a una escasa profundidad del nivel del suelo que requiere secar para colocar, bajando la napa freática), lo que se estaría resolviendo en octubre”. En ese mes se concretaría “la reposición de pavimento” en las calles removidas, afirmó.

Para Ortuño, “si bien han tenido atraso” las obras en Juan Lacaze, “a diferencia de otros proyectos necesarios, como las redes y plantas de saneamiento de Mercedes, Nueva Palmira y Fray Bentos, que quedaron previstas para ejecutar de la administración anterior y se quitaron del presupuesto en este período”, se trata de “un proyecto importante que se inició, está en obra y debería culminarse concretándose la construcción de los tres pozos de bombeo, la línea de impulsión pendiente, la planta de tratamiento de aguas residuales y el emisario subfluvial previsto para la segunda etapa del proyecto, que se realizaría luego de obtener la autorización ambiental correspondiente, por ampliación de las obras de la primera etapa”.

Ortuño destacó que “esta primera etapa de obra, de dos años y medio de duración, supone una inversión de ocho millones de dólares, la colocación de poco más 30.000 metros de red que dará saneamiento a 3.200 viviendas”.