Los propietarios de taxímetros de Carmelo aseguran que en esa ciudad del departamento de Colonia la cantidad de “taxis truchos” duplica a la cantidad de taxímetros que cuentan con las habilitaciones que entrega la comuna y que realizan los aportes correspondientes al Banco de Previsión Social (BPS) y a la Dirección General Impositiva (DGI).

En la mañana del martes 9, mientras aguardaban para efectuar los controles de los taxímetros supervisados por el Laboratorio Tecnológico del Uruguay, dos mujeres taximetristas aprovecharon la presencia de medios de comunicación cubriendo esa actividad para reclamar por “la gran cantidad de taxis truchos que trabajan en Carmelo”. “Actualmente somos 12 personas que tenemos taxis en regla, pero hay más de 20 que tienen taxis truchos, que no hacen ningún aporte y trabajan sin que nadie los controle”, denunciaron las mujeres a medios locales.

Las mujeres cuestionaron a la Intendencia de Colonia porque “no realiza ningún tipo de controles”. “Nosotros hemos realizado las denuncias, y en la intendencia nos dicen que nosotros tenemos que perseguir a los taxis truchos, cuando nosotros no estamos para eso”, cuestionó una de ellas, y aseguró que situaciones similares se registran en otras localidades colonienses.

Para las taximetristas, la Dirección de Tránsito de la comuna coloniense “tiene la forma de controlarlos, porque ellos saben cuáles son los números telefónicos con los cuales trabajan y quiénes son las personas” que realizan ese servicio en forma irregular. “Generalmente son personas que tuvieron permisos de taxis y los devolvieron, pero igualmente conservaron la clientela y siguieron trabajando con autos particulares; también hay antiguos choferes de taxis, que reparten sus tarjetas entre la gente”, detallaron.

Miguel es propietario de un remise y su esposa posee un taxímetro, que cuenta con un chofer contratado. El hombre contó a la diaria que “por los aportes previsionales de nosotros tres debemos pagar 38.000 pesos por mes; eso sin mover los vehículos”, dijo, y agregó que “a eso tenés que sumarle los costos de los seguros, los services, el taller mecánico y el combustible, que está carísimo”.