Pocos minutos antes de que finalizara el martes, en la sede del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) se firmó un preacuerdo tripartito entre representantes de Yazaki Uruguay, la Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y Ramas Afines y del propio ministerio, ante el cierre de operaciones de esa empresa japonesa en Uruguay.
En la mañana de este miércoles ese documento fue refrendado por los trabajadores en sendas asambleas que se realizaron en Colonia del Sacramento y Las Piedras, localidades donde estaban emplazadas las plantas de esa empresa autopartista.
En la reunión celebrada en el MTSS, los representantes de la empresa asumieron que la conflictividad laboral no fue una de las razones que motivaron ese cierre -tal como lo habían expresado en un comunicado emitido el 30 de enero-, y que este se debió a “los altos costos de producción de la operación en Uruguay que impiden a la empresa competir en los mercados globales”.
Entre los puntos de acuerdo alcanzados entre las partes, figuran la adecuación de las liquidaciones de los créditos laborales, dado que algunas habían sido objetadas por los trabajadores, “y una mejora de las mismas, con el otorgamiento de un bono equivalente a tres salarios por encima de la indemnización legal”, detalló a la diaria el referente del sindicato de Colonia del Sacramento, Carlos Martínez. “Creemos que se trata de un logro importante, dado que había compañeros que hacía muy poco tiempo que habían ingresado a trabajar a la empresa, por lo cual tenían una indemnización muy baja”, añadió, y aclaró que también se estableció “una especie de período ventana para que los trabajadores puedan solicitar una revisión de las liquidaciones en caso de que no la crean ajustada”.
Además, se estableció que los trabajadores despedidos accederán a un seguro de desempleo que se extenderá por un año.
El referente sindical dijo que ese acuerdo pudo concretarse “gracias a la existencia de un sindicato que nucleaba a los trabajadores”. En esa línea, Martínez destacó “la importancia que tienen las organizaciones sociales no sólo cuando existe la presencia física de las empresas, sino en el día después, cuando el capital ya se retiró, porque los seres humanos nucleados se encargan de mantener en alto valores como la solidaridad”.
“Hoy estamos mejor que ayer, y pudimos amortiguar el impacto del cierre de Yazaki porque estábamos organizados”, valoró Martínez, y destacó “la importancia que ha tenido el trabajo de los distintos actores sociales colonienses, que se unieran para generar espacios para atender las distintas necesidades insatisfechas de las personas desempleadas tras este cierre”.
En Colonia del Sacramento “existen varios antecedentes de empresas que cerraron y no pagaron los despidos o lo pagaron en cuentagotas -como las textiles Sudamtex y Dancontex-; en cambio, nosotros, porque estábamos organizados, logramos defender la dignidad hasta el final, porque la empresa pagará lo que corresponde y algo más que eso”, subrayó Martínez.