Unas 200 personas acudieron al acto de celebración del Día de los Trabajadores que se desarrolló en la explanada del palacio municipal, en Colonia del Sacramento, organizado por el Plenario Intersindical del PIT-CNT. En un contexto signado por cierre de empresas en ese departamento, como Yazaki y Calcar, lo cual ha aumentado la preocupación por la creación de fuentes alternativas de trabajo, en esta oportunidad la convocatoria resultó menor a la esperada. Entre los puntos más destacados por los organizadores apareció el retorno de integrantes del Sindicato de Funcionarios Policiales, que había estado ausente en anteriores celebraciones.

La lista de oradores estuvo compuesta por los referentes sindicales Gustavo Robatti (Sindicato Único de la Construcción y Afines, Sunca), Carlos Martínez (Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y Ramas Afines, UNTMRA), Marcos Colo (Federación Nacional de Profesores de Enseñaza Secundaria, Fenapes) y Sara Graneri (Federación de Funcionarios de Salud Pública, FFSP).

Tras leer la proclama elaborada por la central sindical, Robatti se detuvo a analizar la situación laboral en el departamento de Colonia, donde “los datos actuales del Banco de Previsión Social (BPS) confirman en números la triste realidad que viven los trabajadores y sus familias”.

El referente sindical recordó los cierres de las plantas industriales de Yazaki y de Calcar, “que están manteniendo el fuego en encendido con guardia gremial, a la espera de una solución que les permita primero cobrar lo que les deben, pero sobre todo salvar los puestos de trabajo”. También hizo referencia a la situación del frigorífico Rondatel de Rosario, cuyos trabajadores “siguen añorando la reapertura, buscando también recuperar el trabajo en una ciudad también afectada por la desocupación”.

Según Robatti, en los últimos meses se perdieron “más de 2.000 puestos de trabajo en Colonia”, que “es un departamento con un enclave geográfico privilegiado, con dos puertos en constante crecimiento, diverso en la producción de materias primas y de alimentos, que aporta al PIB en el entorno del 5%”.

El dirigente sindical hizo referencia a la necesidad de llevar adelante “un diálogo departamental” para que “las desigualdades se acorten, para que las oportunidades sean inclusivas, reales y no para pocos, para que nadie quede atrás, para que lo humano sea el centro del intercambio, para defender la industria local, para generar oportunidades laborales y atender la vulnerabilidad inmediata, para que las cooperativas formadas tengan tierra para construir, para defender la seguridad social o el BPS, que también genera ingresos con los servicios que presta desde que nacemos hasta que morimos, atiende la infancia y la vejez”.

Reclamos de trabajdores de la salud

Por su parte, la referente de la FFSP, Sara Graneri, afirmó que forma parte del conjunto “de seres humanos que día a día sostienen un sistema de salud que se está cayendo a pedazos”, “la salud pública, de quienes cuidan la salud de todos”.

La referente de la comisión interna del Hospital de Colonia del Sacramento expresó que “hemos dado una lucha incansable en este último período sobre mejores condiciones laborales”, ya que “se necesitan más recursos humanos, un mejor sistema de libres semanales, cuatro días de trabajo y dos libres en el caso del personal operativo con pacientes a cargo”, y “nuestros sueldos son los más sumergidos en el sistema público”.

“El personal de salud no subsiste con un solo sueldo. Por eso existe y padecemos el multiempleo, lo que conlleva al cansancio y sobreexplotación de los compañeros y compañeras, lo que genera condiciones para que la calidad de atención que se le pueda brindar al usuario no sea la deseable”, añadió.

“La insalubridad brilló por su ausencia, incluso habiendo pasado por una pandemia como pasamos, donde se perdieron vidas de muchos compañeros y familiares. Los salarios no subieron; al contrario, nos dejaron más marginados. Hay enojo, hay frustración y hay violencia con el personal de la salud, que se ha hecho ya una costumbre de usuarios al personal de la salud en todo el país. Violencia física, verbal. ¿Cómo podemos trabajar así?”, expresó Graneri.

La dirigente reclamó mayores recursos para el Hospital de Colonia del Sacramento, que atiende a 30.000 usuarios, que permitan poner en marcha el funcionamiento de un tomógrafo que llegó a ese lugar hace varios meses, para culminar con obras en el CTI, y para la contratación de mayor cantidad de recursos humanos. “Queremos soluciones que nos cuiden, que nos paguen sueldos dignos”, subrayó.

Nuevos centros educativos

En tanto, en representación del gremio de profesores de Secundaria, Fenapes, Marcos Colo cuestionó a la anterior administración de gobierno, “donde el docente fue puesto bajo sospecha de subversión, proselitismo, que ejerció sobre el colectivo docente injustas persecuciones, controles excesivos para imponer miedo y avanzar en la Transformación Educativa, que en realidad no transformó sustantivamente nada” y que “sólo recortó presupuestos, horas docentes, contenidos de los programas, unificó áreas, es decir, empobreció culturalmente a nuevos proyectos”.

El referente del sindicato docente reclamó mayor presupuesto para la educación pública a partir del próximo presupuesto, de modo de alcanzar “el 6% del PIB para la educación pública y el 1% para la investigación”, así como “la recuperación del salario de docentes y funcionarios priorizando a quienes tienen los menores ingresos, y la reactivación de los ámbitos de negociación colectiva”.

“Apoyamos el crecimiento del Centro Regional Suroeste de la Udelar [Universidad de la República] y de los polos educativos de la UTEC [Universidad Tecnológica]”, porque “necesitamos una educación técnica, tecnológica, agraria y artística inclusiva y transformadora, que permita una formación integral y crítica en el territorio”, valoró Colo, y reclamó “la creación de un tercer liceo en Colonia del Sacramento”, porque “sigue siendo una necesidad educativa y una deuda histórica con las familias, los jóvenes y con toda la comunidad de esta ciudad”.

Reactivación de la industria

El dirigente metalúrgico Carlos Martínez recordó que “hace 365 días teníamos laburo en la metalúrgica Yazaki” y “también nos tocó hacer parte de esta oratoria”. En esa oportunidad, “prendíamos algunas luces, porque decíamos que se habían cerrado un montón de industrias en la región” y “decíamos que nos llamaba la atención algunas cosas que estaban pasando, porque veíamos que no había desarrollo de laburo ni creencia en el mismo”.

“Cuando vos mirás que el 64% de la soja de este país se planta entre Colonia, Soriano y Río Negro, cuando vos mirás que las papeleras están en estos tres departamentos, cuando vos mirás el fenómeno del puerto de Nueva Palmira, tenés que preguntar por qué Río Negro tiene un 15% de desempleo y por qué nosotros en Colonia tenemos los problemas que tenemos para pagar un alquiler y tener una vivienda y por qué el desempleo sigue campeando”, expresó Martínez.

Para el dirigente metalúrgico, “si planteamos un Uruguay nuevo y productivo, con desarrollo industrial, con un Estado como protagonista, primero para llamar las inversiones con el objetivo de desarrollar lo propio, no estamos diciendo ningún disparate”.

“No hay un Estado que entienda que si no hay producción, que si no fabricamos, volvemos a ser colonia. Estamos entrando en un momento donde vendemos soja, vendemos carne, y no disfrutamos de absolutamente nada; o peor, hay un par que disfrutan, que es financiado por todos nosotros, y pareciera que eso es normal”, expresó.