Andrés Velasco

Desde que se lanzó bitcoin hace una década y media, las criptomonedas han sido una solución en busca de un problema. Lo nuevo es el coro de engañadores, demagogos, dictadores y evasores de impuestos que intentan convencernos de lo contrario.

Los populistas triunfan apelando a las sensibilidades más profundas de los votantes, conectando con las identidades de las personas (y las amenazas percibidas a esas identidades) y entendiendo mejor que los liberales la naturaleza tribal de la política contemporánea. Todo esto exige una reflexión seria por parte de los progresistas, no llamados instintivos a abandonar el neoliberalismo

Una política centrista de esperanza infundida de empatía y pragmatismo representaría una ruptura dramática con la dirección actual de la política global. Es nuestra mejor alternativa a la política de miedo y alienación que pregonan los populistas contemporáneos

Andrés Velasco argumenta que el último episodio de turbulencia financiera del país sigue un patrón histórico familiar