Si la sociedad brasileña no es consciente del tamaño y los significados del desmantelamiento promovido durante el gobierno de Bolsonaro, no podremos ni barrer los escombros.
Hay una cifra desconocida y silenciada en esta tragedia: la que revela cuántos (y quiénes) son sus huérfanos. Estamos hablando de una generación que, en pocos días, ha perdido a su padre, a su madre (a veces a ambos).