La sensación de indignación obstruye la tolerancia mutua, y si esta desaparece se favorece y alienta el auge de las posturas antisistema, de la antipolítica.
¿Existen riesgos de erosionar nuestro sistema político? ¿Podemos erosionar nuestra democracia? El esencialismo pone a descubierto una excesiva confianza en nosotros mismos.