Si hubiera que buscar un color para cada estación, al otoño le correspondería el naranja. Nos tocó un otoño medio tropical este año, y para quienes nos gusta el frío, se está haciendo larga la espera. Ya nos imaginamos cocinando puchero o sopa de zapallo y, de sobremesa, un licor de butiá.

El zapallo es de muy fácil cultivo y se asocia con el poroto y el maíz, una tradición que se pasa de generación en generación. Acá en la chacra, además de plantarlo de ese modo, le agrego a veces semillas de girasol, y así intento negociar con las cotorras –que se entretengan con el girasol y quede algún choclo para la cosecha–. A veces funciona.

Con los gurises de la escuela sustentable de Jaureguiberry comenzamos a trabajar el tema de la asociación de cultivos, y vimos que esta, de maíz, zapallo, porotos y ají se llama “milpa”. Es una costumbre precolombina: encontramos mucha información de los indígenas de México pero estamos seguros de que los nuestros tenían sus milpas también.

Se podría decir que la milpa es una forma muy antigua de mantener la soberanía alimentaria, porque además de poder preparar muy buenas recetas de olla para el invierno, también se obtienen muchas semillas para compartir con la comunidad. Este año en la milpa de la escuela pasó al revés: en vez de comer el girasol, las cotorras comieron el maíz, y nos quedaron unas lindas tortas de semillas para guardar en nuestro banco, secar y usar en la receta de pan con semillas de girasol.

También tenemos una receta de pan de zapallo que va muy bien con una rica mermelada de butiá. La comparto para no perder la tradición de plantar zapallo en primavera y cosecharlo en otoño, para tener todo el invierno hasta volver a plantar nuevamente.

Mermelada de butiá

Ingredientes 1 k de butiá sin carozo 1 limón 750 g de azúcar 100 ml de agua

Preparación Dejar macerar la fruta con el azúcar durante una hora, luego poner todo en una cacerola más el jugo de un limón. Cocinar 20 minutos y estará lista. Si queremos que tenga menos fibra, agregar agua (100 ml más), cocinar por 15 minutos, licuar y colar; luego seguir cocinando por otros 15 minutos.

Pan de zapallo y pitangas

Ingredientes 300 g de harina dos ceros 200 g de harina integral 30 g de levadura seca o 50 g de masa madre 2 cucharadas de aceite de oliva 2 cucharadas de miel 200 ml de agua tibia 200 g de puré de zapallo 200 g de pitangas o pasas de uva sal

Preparación Mezclar las harinas, la sal y la levadura seca en un bol. Mientras, en otro bol, mezclar el agua con el zapallo, el aceite y la miel, agregar a lo seco y formar la masa. Si se utiliza masa madre el procedimiento es igual: agregar la masa madre a las harinas y luego mezclar con los ingredientes húmedos y forma la masa. La única diferencia será el tiempo de leudado; es más corto el de la masa con levadura.

Cuando la masa leude, amasar nuevamente y agregar las pitangas sin semillas o las pasas de uva, reservando algunas para el final. Formar un bollo, que leudará nuevamente, y agregar las pitangas o pasas para decoración. Cuando esté listo, llevar al horno a 180º por 40 minutos aproximadamente.