“Recreamos y transformamos técnicas artesanales tradicionales para hacerlas más accesibles y modernas”. Así se promociona La Sellería, un servicio que nació hace dos años, cuando dos amigas del liceo se reencontraron en un proyecto de papelería desde lugares complementarios: María José Marco es la diseñadora gráfica y Macarena Pérez se dedica a la parte administrativa. Viendo las dificultades que tenían los emprendedores para resolver de forma económica y sustentable el packaging, se enfocaron en asesorar a este perfil de cliente, si bien su oferta de productos contempla además el sector docente, ya sea con sellos para poner calificaciones, ejercicios o incluso para trabajar las emociones con los niños y los sellos pensados como ex libris, es decir, como una esmerada marca de propiedad.

Utilizan bases de madera de pino, lijadas y redondeadas, y un polímero concretamente para las figuras. “Cuidamos que el producto sea de calidad y que dure, tratando de usar la menor cantidad de plásticos y nailon: nada de pegotines”, aclaran. Empapadas del concepto “hágalo-usted-mismo”, concibieron kits para que el emprendedor pueda elegir dentro del catálogo, en el que figuran sellos de formato pequeño (3 x 3), mediano (6 x 6) y otros más grandes que se elaboran de forma específica. Esta variedad de dibujos, frases e íconos permite hacer las combinaciones más convenientes a cada rubro, aparte de ofrecer la posibilidad de diseñar sellos directamente con el logo del producto.

También tienen sellos automáticos (esos sí, de plástico, con el mecanismo de subir y bajar) para que los niños rotulen desde cuadernos hasta el uniforme. Por otro lado, han consultado a distintos docentes para crear los kits de sello, tinta y bolsita ideales para el comienzo de clases o el Día del Maestro. “Los hemos hecho para profesores de dibujo, con sellos que explican las técnicas”, contó la diseñadora. Hay todo un sector del catálogo enfocado en tarjetas de presentación en cartulina kraft y otro en invitaciones de boda o souvenirs como bolsitas de arroz, que aparentemente está de moda entregar selladas.

En el sinfín de motivos, etiquetas, hilos y tintas, es posible descubrir un kit de fases lunares, que incluye cinco sellos y una almohadilla de tinta, y lo más nuevo en La Sellería son los ex libris, una antigua costumbre de marcar la primera página en blanco de un libro, ya sea por un dueño particular o por una biblioteca, que tienen en versiones infantiles y de adultos, ya sea diseñados con el nombre o con el espacio en blanco para completar a mano. “Tenemos diseños como si fueran serigrafías o grabados, y otros más actuales; y la ventaja de tener las herramientas es que siempre se puede buscarle la vuelta a la idea que traiga el cliente”.

Como “en Uruguay en general es bastante triste el tema de los suministros”, se decidieron por la tinta negra, ya que esa es la que da más resultados en papel. Y salvo que se aplique acrílico, por ejemplo, no es necesario lavarlos. Pero en caso de que la tintura sea espesa y haya dejado sedimento, aconsejan recuperarlos con agua, alcohol y cepillo. “Desde que empecé, mi almohadilla de tinta es la misma, así que rinde”, asegura Marco.

La Sellería: el rango de precios de los sellos estándar va de 175 a 600 pesos. El kit de emprendedor personalizado, que es el más vendido y trae un sello personalizado con logo de 6 x 6 cm, uno de catálogo de 6 cm, dos pequeños de catálogo y complementos (60 etiquetas, hilo y tintas) sale 1.250 pesos. Consultas: [email protected].