Es innegable que el proceso de gobierno abierto en el Uruguay se ha dado de una forma distinta que en otros países. La singularidad deriva de la disposición del Estado para sentarse a negociar todo el proceso y no acotar la intervención de la sociedad civil a meros “autenticadores”, eso cabe reconocerlo. Pero igualmente refiere al compromiso que la sociedad civil ha demostrado desde un comienzo, aprovechando la oportunidad, negociando para procurar compromisos que beneficien en forma real a las personas, y sobre todo, buscando expandir el conocimiento de este valioso espacio de intercambio que ha encontrado, en el entendido de que la apertura se profundiza con el incremento de la participación.

En el proceso de gobierno abierto queda en evidencia la transversalidad del problema del acceso a la información. Más allá de las distintas misiones y visiones que cada organización mantiene, todas ellas reconocen que para alcanzar sus objetivos necesitan que la ciudadanía conozca.

Estado y sociedad civil se han relacionado en este camino de un modo más intuitivo que formado. Se ha arribado a aciertos y errores, pero siempre con el eje puesto en el respeto mutuo, sin perder de vista en ningún momento las diferencias. Pensar en un cambio en la mentalidad tradicional de Estado cerrado, de datos confidenciales y apropiación administrativa de la información era, al comienzo del proceso, por lo menos difícil. Hoy queda mucho por delante, pero las bases están construidas.

El proceso ha significado para las organizaciones de la sociedad civil un foro efectivo de intercambio, en el cual nos sentimos hermanadas con nuestras iguales en la lucha, respaldadas por esa fuerza que nace de la combinación de capacidades, miradas y sensibilidades que se refleja en la Red de Gobierno Abierto.

Hemos experimentado diversos estados de ánimo: nos hemos sentido felices, frustrados, muchas veces decepcionados cuando un compromiso que prometía, finalmente no ha cumplido, pero todo el camino ha sido de progresivo avance y crecimiento.

Todo nos mueve a seguir trabajando, a seguir sumando organizaciones y mostrar que esto puede y debe dar muchos más frutos.

Verónica García Leites - Uruguay Transparente.