Para los que no ven la hora de refugiarse en las costas locales, los operadores turísticos del norte del país vienen a plantear otro escenario. Se trata de un plan con más argumento que un chapuzón: un paseo minero que instruye sobre pasado y presente de la extracción de ágatas y amatistas, de la fiebre del oro que hacia 1820 tomó la zona y de los aventureros que poblaron villas bajo las cuales corren las galerías, o de las desmesuras tras la construcción de una represa pionera que terminó por colapsar con las inundaciones de 1959. El equipo de Turismo Minero, integrado por Edelweiss Oliver, Mercedes Viana y Mateo Acosta, promueve estos destinos y ofrece distintos atractivos como complemento opcional: ascensiones a cerros –Experiencia Miriñaque– en cuya cima hay variedades de palmeras enanas únicas en la región, así como caminatas rumbo a cascadas y quebradas (Sendero La Cachoeira, Cuchilla de Laureles, Pilares de Klinger, Gruta de los helechos, Valle del Lunarejo), almuerzos campestres o dentro de una mina, visitas a viñedos como Casa Tannat, una bodega boutique que se está dando a conocer, o la más afianzada Cerro Chapeu, y cervecerías artesanales como Cabesas Bier, en el lindero Tacuarembó, miradores panorámicos y parques eólicos, turismo espiritual, histórico o de compras.

Los camiones pasan rápido por esas carreteras donde se divisan cerros chatos y plantaciones de tabaco. Los responsables de la Ruta del Oro, en Minas de Corrales, al sur del departamento de Rivera, y del Safari Minero, en Artigas, que unifican esfuerzos para posicionar sus recursos naturales, presentaron el fin de semana pasado los protocolos de seguridad sanitaria que permiten continuar con esas experiencias. “Es una oportunidad única de conocer la minería en Uruguay de forma lúdica, entretenida, con guías capacitados que te van a ir mostrando todo el proceso geológico y por qué cada uno de estos tipos de minas se desarrollan en el norte del país”, dijo Oliver, impulsora de la Ruta del Oro.

Los mojones de interés patrimonial cuentan una confluencia de intereses, de inmigración y prospecciones, de ambición y de supervivencia, en medio de locaciones tan propicias para films de época como postapocalípticos, con la belleza de la vieja maquinaria y las imponentes canteras surcadas por los cuervos. En el circuito se visitan los vestigios de la primera represa hidroeléctrica de América del Sur, Cuñapirú, a 13 kilómetros de Minas de Corrales, así como las ruinas del palacio del marqués de Malherbe y el primer pueblo minero, Santa Ernestina, que toma el nombre del pique de oro que allí había. Luego se podrá recorrer la cañada Santa Bárbara, donde los turistas aprenderán de un garimpeiro cómo buscar oro de forma manual (hasta hace poco un artesano del lugar fabricaba joyas con el metal obtenido). Más tarde será hora de calzarse chalecos y cascos con linterna para ingresar a los antiguos túneles y tomar conciencia de las duras jornadas de aquellos trabajadores.

Parque aventura en las canteras

Las de San Gregorio son “canteras muertas”, puesto que se les extrajo todo el oro posible, y están “limpias”, ya que en el proceso no se utilizaron químicos –se estudió el agua y es pura–. Ellas son el centro de un proyecto de parque aventura que ideó esta misma alianza de operadores en un predio privado de unas 60 hectáreas. La idea es ir diseñando paulatinamente actividades familiares y deportivas (buceo, rapel, escalada, tirolesa), incluso una playa con arena. Los primeros avances van a ser los relativos a seguridad, con barandas y otros elementos, mientras buscan inversionistas para que el proyecto se concrete en todo su potencial.

Acosta, al frente del Hotel Casino San Eugenio del Cuareim, de Artigas, y desarrollador del Safari Minero (en el marco del programa Innova Turismo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación y el Ministerio de Turismo), destacó que entre Artigas y Minas de Corrales han logrado “generar un producto atractivo que hace que la gente haga los 600 kilómetros y tenga unas cuantas cosas para hacer, disfrutar y conocer, lugares que son únicos en el país. Venimos trabajando ya hace varios años, y este año, para aprovechar la movida del turismo interno para que el norte sea un destino consolidado”.

foto: difusión Turismo Minero

foto: difusión Turismo Minero

En Artigas el tour empieza con un documental explicativo sobre los yacimientos, para luego ir a las canteras ubicadas en la región conocida como Los Catalanes. “Ahí capaz es donde se logra el mayor impacto, porque la gente va dentro de túneles de cientos de metros en la roca. Se les explica cómo se obtienen las piedras, cómo se hace el trabajo, toda la parte geológica, histórica y técnica. Y luego se vienen a los talleres donde llega la piedra en bruto y las convierten en piedras preciosas. A medida que hemos ido mejorando y creciendo con el producto, le fuimos agregando algunos condimentos, algunas actividades divertidas, por ejemplo, comer un cordero dentro del túnel, en un restaurante que está especialmente preparado dentro de la roca, con todas las medidas de seguridad y de higiene correspondientes. Es para cualquier edad; lo puede hacer toda la familia, lo disfrutan todos a su manera”, concluyó.

Por más información: www.turismominero.com.uy