La imposibilidad de realizar la Marcha del Silencio a causa de la pandemia de coronavirus, lejos de desarmar el tejido social, parece haber multiplicado el territorio donde actuar. El colectivo Ejercicios de Memoria, en el entendido de que todos somos familiares, emprendió desde el año pasado una serie de actos simbólicos en la intersección de historia reciente, arte y naturaleza.

El núcleo del proyecto es un equipo multidisciplinario en el que dialogan artistas, paisajistas, intelectuales y diversos agentes de la sociedad civil, entre ellos Macarena Montañez, Pincho Casanova, Darío Marroche, Ana Aristimuño, Natalia Xavier, Noel Langone, Santiago Cola, Belén Fernández, Pablo Isaugaratte, Andrea Guerrero, Óscar Álvarez y Nicolás Spinosa. La mayoría está vinculada al espacio cultural Tribu (Maldonado 1858), que a la vez trabaja con Proyecto Quyquyho, una reserva natural de flora y fauna situada en Marmarajá, Lavalleja, en donde conviven un extenso bosque nativo en proceso de restauración, un huerto de producción biodinámica y un monte de olivos.

Cada nodo ha sido parte de diversas propuestas, eventos, charlas y talleres en Tribu, así como de residencias y land art en la reserva. Entre marzo y abril, en Quyquyho se trabajó sobre lo que llaman el “árbol fundamental”, un coronilla especialmente apreciado dentro de la reserva, a la vez que se limpió y acondicionó la zona elegida para que sucedan las acciones y se instale el proyecto.

Los primeros dos fines de semana de mayo, un grupo de artistas completó distintas acciones performáticas e intervenciones en el predio. Por otra parte, familiares de desaparecidos oriundos del departamento plantaron los primeros nueve árboles, dando así comienzo a la siguiente etapa. Pero la intención es ampliar la participación y los apoyos, de manera que están abiertos al que quiera sumarse para seguir pensando sobre el entramado contemporáneo.

Plan colectivo

En el correr de este año continuarán con la plantación de árboles nativos y la restauración de otros tantos que ya estaban en el lugar, alcanzando un total de 196, uno por cada desaparecido. Además, el plan para 2021 prevé que sea emplazada una escultura y que se sucedan nuevos ciclos mientras se hace una convocatoria para diseñar las placas que identificarán a cada árbol. El año que viene, dos nuevos volúmenes, de Santiago Dieste y Andrés Santángelo, se sumarán al paisaje.

La movida opera en contra de la indiferencia o, como señalan, es una acción para sembrar esperanza: “Que crezcan los árboles fuertes y firmes, que den frutos y sus frutos lleguen a manos y corazones abiertos a recibirlos. Nuestra historia tiene sangre y dolor, heridas abiertas y preguntas sin respuesta. Mientras crecen los árboles crecen la esperanza, la solidaridad y la confianza”.

La tarea es a largo plazo e implica múltiples abordajes: “El objetivo sería llegar a 2023 con el proyecto en pleno desarrollo y crecimiento, como conmemoración del 50º aniversario del golpe de Estado”, adelantan.

“Se ha elegido y preparado un espacio natural, un espejo de agua rodeado por el monte indígena y el paisaje de las serranías para proteger la memoria con el estímulo y al amparo del arte y la naturaleza. Allí y desde allí se crea un espacio de reflexión y acción en torno a la memoria, un espacio social, comunitario y accesible donde crecerán nuevos árboles y sucederán distintas manifestaciones artístico-culturales. Al unísono, en este paisaje se da la recuperación medioambiental, la revalorización de lo nativo y la resignificación del espacio y el ruralismo. Es posible identificar una metáfora. En este espacio se cuida y respeta a la naturaleza de manera planificada y consciente. En este espacio se preserva la memoria, se reflexiona y acciona, protegiéndola. La dimensión simbólica y material de este proyecto impone organizar el trabajo en etapas y en red y en colectivo, convocando a diversas instituciones, profesionales y amigxs que apoyen, asesoren y colaboren en las múltiples tareas que hay por delante”, sostienen. Para sumarse a estas iniciativas, comunicarse con [email protected].

El registro fotográfico y los videos de Campo de memoria cobrarán formato de muestra a partir del sábado para el público que se acerque a Tribu a tomar algo o cenar, y seguirá montado hasta el 27 de junio. El espacio abre los viernes y sábados desde las 19.00 hasta medianoche. Allí también podrá apreciarse una selección gráfica del argentino León Ferrari (1920-2013), las 46 piezas de Nunca más (1976), junto a Nosotros no sabíamos.

Testimonios para un recorrido

El Municipio B lanzó el proyecto Audioguía de la Memoria en el marco del Mes de la Memoria, apuntando a la construcción de un acervo colectivo en clave de derechos humanos. “Desde su primera edición, en 1996, la Marcha del Silencio ha generado una nueva capa de sentidos a lugares que ya estaban cargados de memorias y significados, individuales y colectivos, como el cruce de la avenida Rivera y Jackson, la avenida 18 de Julio y la plaza Libertad”, fundamenta el llamado, antes de salir en busca del significado que para cada uno tiene la marcha.

Está previsto generar un recorrido sonoro y testimonial a partir de lugares de referencia vinculados a hechos de represión y resistencia durante los años de terrorismo de Estado. Con ese fin se apela a compartir vivencias de esta manifestación popular, ya que los testimonios recibidos serán grabados y tendrán su espacio en la Audioguía.

Esta acción se enmarca en el componente #PatrimonioVivo, del Plan de Desarrollo Municipal 2020-2025, y está previsto el desarrollo de acciones para el rescate de la memoria del pasado reciente con foco en los sitios de memoria que integran el territorio del municipio. El formulario para enviar impresiones personales se encuentra en ladiaria.com.uy/U9f. Por consultas: [email protected].

Foto del artículo 'Testimonios, dibujos e intervenciones en el paisaje en el Mes de la Memoria'

Una causa, muchas imágenes

La web 20demayoilustrado.uy se toma el trabajo de listar las 26 consignas históricas de la Marcha del Silencio e invita a elegir una de ellas para que inspire una imagen. Cada trazo reconstruye, como un puzle, la persistencia de una causa. Así, de tres a seis dibujos (de preferencia, cuadrados, para que se vean mejor en redes) son posteados diariamente en las cuentas del proyecto. Basta enviar el aporte a [email protected] indicando la consigna seleccionada, firma y usuario de Instagram, si quiere ser etiquetado. De esa manera, 20 de Mayo Ilustrado cumple con su propio lema: “Tu aporte ensancha la memoria”.