Este martes, el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) emitió una alerta por altas temperaturas hasta el domingo 16 de enero, con máximas de hasta 42° C, lo que implica una ola de calor, y aunque no rige para todo el territorio nacional, sino que sobre todo afecta a los departamentos que se encuentran al norte del país, en los últimos días se han registrado altas temperaturas en casi todos los departamentos, incluida la capital.

“Lo primero es no exponernos a las peores horas de sol intenso, más o menos entre las 12.00 y las 16.00, en lo posible evitar estar al aire libre en esos momentos”, dijo a la diaria María José Ruffinatti, médica general. Además, sugirió algunas recomendaciones para la población: “hidratarse, en lo posible con agua, evitar los refrescos con azúcar, y consumir alimentos con altos contenidos de agua como frutas y verduras, que pueden incluirse en licuados o sopas frías”. En cuanto a las poblaciones de riesgo, que se pueden ver más afectadas por las altas temperaturas, exhortó a prestar atención a los niños pequeños y a las personas mayores. “Aunque los adultos mayores no sientan sed, pueden estar deshidratados; en el caso de los niños, por lo general lloran” en estos casos, explicó.

También se refirió a quienes dan de amamantar, ya que “cuando la temperatura sube, suelen tener menos leche porque se deshidratan, por lo que deben tomar más agua de lo habitual”. Sobre los adultos mayores, que pueden presentar un cuadro de deshidratación sin expresarlo, pidió prestar atención a síntomas como “decaimiento, mal estado en general, falta de apetito, aumento de la frecuencia cardíaca y ausencia de ganas de orinar”. Por último y sin importar la edad, sugirió que por cualquier duda sobre una aparente deshidratación, se debe acudir a un médico.

Vegetales y agua

“Lo principal, ante una ola de calor, es consumir alimentos frescos que no impliquen demasiada preparación ni muchos ingredientes”, dijo a la diaria Gabriela Ibarburu, licenciada en Nutrición. Agregó que también es preferible consumir “preparaciones a temperatura ambiente o frías, para sentirnos mejor”.

Para desayunos y meriendas, indicó darles prioridad a las frutas, ya que son ricas en agua. “Para mayor saciedad se pueden agregar cereales integrales en formatos como la galleta de arroz”, ejemplificó Ibarburu. Sobre almuerzos y cenas, recomendó elegir vegetales, que también son ricos en agua. Ensaladas de legumbres, hojas verdes y pastas frías fueron las sugerencias. Al igual que Ruffinatti, la nutricionista recomendó consumir agua, pero “también incluir otras opciones como aguas saborizadas con frutas, infusiones frías y limonadas”, y sobre todo evitar la ingesta de bebidas calientes y bebidas alcohólicas.

Mascotas

“Lo que le sucede a un perro durante una ola de calor es que su temperatura corporal pasa de lo normal, que son 38° o 39° centígrados, a 40° o 41°, lo que para su organismo es difícil de asimilar”, explicó a la diaria Pablo Sehabiaga, veterinario y especialista en comportamiento animal. Los síntomas que puede manifestar un perro al sufrir una suba de su temperatura corporal pueden ser temblores, incoordinación en la marcha, saliva espesa, jadeo excesivo, y, en un cuadro de deshidratación complejo, “convulsiones, que pueden provocar la muerte”.

Para que no lleguen a deshidratarse, ejemplifica una serie de situaciones ante las cuales no se debería exponer a la mascota y algunas recomendaciones para hidratar cuando sea necesario. “Cuando hay temperaturas elevadas, cuidarlos de la exposición al sol entre las 10.00 y las 18.00”, sugirió el veterinario, y explicó que los que más sufren son los animales muy jóvenes o veteranos, las razas que tienen mucho pelo y que además pierden muy poco, y las especies braquicéfalas (de cabeza corta y cara achatada), como el bulldog inglés y el bulldog francés. “También hay que tener cuidado cuando los dejamos en casa solos, porque el sol se mueve y llega un momento en el que ya no están a la sombra; es peor aún si están en pisos de hormigón, ya que calientan mucho”, agregó. Otra de las recomendaciones es “chequear la calidad de los bozales con los que se los saca a pasear, ya que algunos pueden dificultar la respiración del perro, y si las mascotas se trasladan en vehículos, no dejarlas dentro de ellos por mucho rato porque la temperatura corporal del animal asciende aún más rápido”.

Por último, detalló una serie de acciones para prevenir la deshidratación de las mascotas. “Que tengan agua disponible, mojarles la parte de abajo de las patas, aplicarles paños fríos en las axilas y en la ingle”, sugirió. Sobre lo que no se debe hacer, dijo que “no sirve de nada manguerear a los animales con una cantidad excesiva de agua si no se mojan las partes mencionadas”. En el caso de que sí ocurra un cuadro de deshidratación, recomendó acudir a un veterinario para que la mascota pueda recuperar minerales, bajar la temperatura y, sobre todo, controlar su sistema cardíaco.

Con respecto a los gatos, dijo que si bien sufren el calor “no sucede tanto como en los perros”, e indicó sólo “colocarles un ventilador para que circule el aire y que tengan agua disponible”.