“En la escritura y la literatura no hay tapujos ni moralismos”, dijo a la diaria Mariana Olivera, escritora, actriz y licenciada en comunicación. Su primer acercamiento a la escritura fue “hace más de diez años”, según Olivera, con Marinida, el primer blog que abrió en Tumblr, para compartir escritos sobre vivencias personales. “Empecé a escribir después de una crisis existencial bastante grande, la escritura fue una herramienta que existencialmente me hacía mucho mejor”, contó la escritora. Además, dijo que desde el principio, recibió “comentarios y devoluciones de los lectores que siempre dan ganas de escribir más”.

De todas maneras, para ella, la fluidez narrativa le llegó hace ocho años con el nacimiento de Vicente, su primer hijo. “En ese momento abrí Madrecoco, mi segundo blog, que luego se transformó en libro”, dijo. Madrecoco en formato libro, se publicó en septiembre del año 2018, año en el que Olivera se convirtió en autora y puso en el papel relatos maternales desde el nacimiento y hasta los dos años de vida de su hijo. “Lo que me impulsó a escribir sobre la maternidad fue una situación de violencia obstétrica que sufrí en el nacimiento de Vicente”, recordó Olivera.

Luego de esa publicación, nunca dejó de escribir e intenta “hacerlo casi todos los días”, según la autora. Luego de tener un año el libro a la venta, sintió la necesidad de compartir la escritura con otros, pero de forma presencial, en talleres. Entonces abrió Raconter con talleres anuales, y un primer grupo, con las personas que al enterarse resonaron con la propuesta, y fue un éxito. “Desde ese momento los talleres nunca pararon y el 2022 será el séptimo año que abro inscripciones”, contó. Sobre la concurrencia a los encuentros desde el 2016 hasta entonces, Olivera dijo que “90% son mujeres que se enteran a través de las redes sociales de Raconter o las propias”. Además, agregó que le gustaría tener una concurrencia más diversa, y piensa que eso podría pasar si consiguiera un financiamiento que aún no ha sido posible obtener.

En cuanto a las temáticas, explicó que sucede algo muy importante que se basa en que “todos los años alguien cuenta alguna experiencia de abuso sexual por primera vez”. Para ella, esto ocurre porque “la escritura es un lugar en el que no hay límites, en el que se pueden expresar cosas históricamente silenciadas personal y socialmente”. Sobre las temáticas, dijo que hasta el momento se han tratado más de 200, algunas de ellas son amor, miedo, odio, casas, familia, sexo, educación, entre muchas otras. La estructura de los encuentros se divide en tres bloques de 40 minutos cada uno: en el primero Olivera lee historias que introducen el tema, que siempre es sorpresa para los participantes hasta que llegan al taller, luego escriben 40 minutos lo que les surge sobre la propuesta y en el último bloque se comparten los relatos. “Mi trabajo es hacer que se animen a poner en palabras vivencias y hasta traumas propios, lograr eso es muy gratificante”, valoró Olivera. Sobre lo difundida y practicada que está la escritura creativa en Uruguay, la autora consideró que “sin dudas hay más ofertas que en el momento en el que sucedieron los primeros talleres”, pero que dentro de la variedad “hay algunos que son más marketineros, sin perspectiva de género y derechos humanos, que son las cosas que en mis encuentros más me interesan”, acotó.

Propuestas verano 2022

Durante enero y febrero, hace algunos años que Raconter ofrece talleres intensivos de verano que se basan en una temática específica a trabajar durante los dos meses, y son para adultos. En el 2022 la novedad es que se suman talleres para niños. Según la autora, la idea nació luego de un taller que dio hace pocos meses en la Escuela 84, junto a Lourdes Rodríguez, escritora, periodista y mamá de un alumno de la escuela a la que asisten los hijos de ambas. “Ese día reafirmé que tenemos mucho que aprender de los niños, fuimos pensando que no iban a animarse a participar y surgieron cosas hermosas”, recordó.

Los talleres para niños “escritura y chapuzón”, serán los días martes y jueves de 10:00 a 12:30, a partir del 11 de enero, en Estereotipa que está ubicada en Juan Manuel Blanes 930, en el barrio Parque Rodó. Se tratarán temas como sueños, miedos, enojos, casas, felicidad, dolor, en los que “a través de la escritura y la pintura se les propondrá a los niños a que creen una historia y al final compartirla”, detalló Olivera. En la última media hora del encuentro podrán hacer uso de una piscina que hay en el lugar y compartir un brunch. La duración de los talleres es de dos meses, enero y febrero, y abonando la inscripción por la totalidad del taller antes del 5 del primer mes, se obtiene 20% de descuento. Enero tiene un costo de 3000 pesos más una matrícula de 500 pesos, que oficia de seña, mientras que febrero tiene un costo de 3500 pesos.

La propuesta para adultos este año es “amor molotov” y según Olivera “serán encuentros basados en el amor libre, responsable y el vínculo con los otros a través de la responsabilidad afectiva”. Estos serán también en Estereotipa, a partir del 13 de enero, los días jueves de 20:30 a 22:00. El costo es de 2000 pesos en enero y 3000 pesos en febrero. Tanto en el taller de niños como en el de adultos los cupos son limitados.

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