El plan es completar el año de “El Montevideano”, ya que el proyecto de Alfonso Rosso de dar a conocer su trabajo mediante afiches mensuales ya va, siguiendo el calendario, por la octava entrega. “Surgió como un proyecto personal porque dejé un trabajo anterior y quería renovar el portfolio. A partir de eso empezaron a salir otras cosas, que están buenísimas. Pero en principio fue algo para mí, sólo para mostrar y probarme, ver qué es lo que podía hacer”, cuenta este pocitense de 34 años, con la experiencia de una década en el ámbito publicitario y editorial, en animación y juegos. El modelo es el formato de portada de The New Yorker, pero además tomó como referencia los homenajes que la revista ha tenido en diferentes lugares, como Barcelona, Milán o Shangái, en los que los ilustradores dibujan únicamente la tapa con su visión urbanística y sobre las costumbres de su ciudad. En ese caso suelen comenzar con una página ficticia, pero a la larga las imágenes terminan llegando al papel. Al uruguayo le propusieron algo similar, que implica volcarlas en productos y quizás materializarlas en una publicación con contenido acorde, pero por ahora no puede contar más.

La idea de Rosso es seguir entregando una lámina por mes en las redes sociales –en el Instagram @fonchirosso y en Linkedin–, con la perspectiva de las estaciones y ciertos íconos que van apareciendo. Comenzó con la estival, ubicada en la rambla, y acaba de sacar la de invierno, lluviosa, aunque con un arcoíris. “Quería mostrar lo lindo de la ciudad; la parte fea ya la conocemos todos. No es todo tan horrible como lo pensamos siempre. Por eso, generalmente, tienen colores intensos”, recalca. Pero no hay una fidelidad estricta, sino la libertad de representar la idiosincrasia agrupando elementos que no se encuentran necesariamente juntos. El Gusano Loco, la Torre de los Homenajes, un bar que pueden ser muchos, la fachada de una casa de barrio, el Palacio Salvo, las Llamadas... lo reconocible y lo atesorable pueden estar encuadrados caprichosamente. Es una cualidad que el autor reconoce: “Justo el otro día miraba el teatro Solís; obviamente la imagen que hice está distorsionada, para que entrara todo y se entendiera. O sea, no tengo ninguna limitación, no trato de que sea realista. Eso es lo bueno que tiene la ilustración: te permite jugar de esa manera y representar la idea que está detrás, porque ahí, por ejemplo, no hay ninguna parada, y la perspectiva es imposible”.

De todos modos, los elementos cotidianos tienen más presencia que las referencias edilicias más clásicas, que suele colocar al fondo de la escena. Aunque su estilo tiende a simplificar las líneas, dice que sorteó más dificultades a medida que avanzaba en el proyecto, como dar con la forma de plasmar la curva del Gusano Loco, encontrar el punto de vista para la lámina del estadio o hacer cada botella del bar. “Creo que la más sencilla terminó siendo la primera, y después me pasaron por arriba”, admite. Dedica un par de días, a veces tres, a cada escena, que dibuja digitalmente en una tablet. Y como desde el arranque tenía prevista la dimensión del proyecto, salvo algún cambio, sabe bien qué va a dibujar hasta diciembre.

Van acompañadas de una frase o título: la primera llevó el austero “La Rambla”, pero después se fue divirtiendo con ese acompañamiento. Por ejemplo, a la correspondiente a marzo, en la que se ve a una paseadora de perros y un can usando la vereda como baño, le puso “Regalos de la calle”.

Antes de pintar le gusta tener un boceto definido, y cuando aplica el color algunos motivos pueden variar. Dice que gracias a esta iniciativa está definiendo su estilo: “Por muchos años no lo tuve, y con esta serie me planteé que pudieras verla y entendieras que es del mismo artista”.


Convocan a segunda edición de Peatonales Barriales

El sábado se vence el plazo para postular calles para que sean peatonalizadas por un día, entre setiembre y noviembre próximos. Se trata de un programa de la Intendencia de Montevideo con el que se promueve la colaboración entre vecinos e instituciones locales, mediante la convivencia en los espacios públicos.

Para proponer una calle se debe indicar días y horarios de preferencia para su funcionamiento, dirección y tramo elegido para ser cerrado a vehículos. No están permitidas avenidas y/o sectores con recorridos de ómnibus. Tampoco aplican calles que se sitúen en parques o espacios públicos.

Para realizar propuestas se debe completar el formulario montevideo.gub.uy/formularios/peatonales-barriales. También se convoca a animar y gestionar, junto con organizaciones locales, esas peatonales efímeras. Esas postulaciones deben ser enviadas al correo [email protected] hasta el 13 de agosto.