Tras más de una década sin actualizaciones, la Comisión Especial Permanente correspondiente a Carrasco y Punta Gorda reclama modificar el Plan de Ordenamiento Territorial de Montevideo (Plan Montevideo 1998-2005) que desarrolló la Intendencia de Montevideo (IM), que incluye el Plan Especial de Ordenamiento, Protección y Mejora de esos barrios. Dado que el concepto de patrimonio no es estático, expertos en la materia advierten sobre la necesidad de actualizar dicho plan, ya que el vigente tiene 14 años y el inventario patrimonial fue elaborado entre 2001 y 2003.
En diálogo con la diaria, el director de la Unidad de Patrimonio de la IM, Ernesto Spósito, indicó que el inventario “ya tiene más de 20 años y es importante recordar que la ciudad es dinámica y cambia constantemente, lo que representa un desafío para la preservación del patrimonio”. “Además, no sólo cambia la ciudad, sino también el concepto de lo que valoramos como patrimonio. Es decir, la forma en que apreciamos ciertos elementos patrimoniales hoy no es la misma que hace 20 o 40 años”, afirmó.
Spósito hizo hincapié en esto mediante un claro ejemplo: “Un edificio en Ciudad Vieja que tenía un valor patrimonial se consideró con el tiempo. Arquitectos reconocidos y expertos en patrimonio, en 1983, asignaron al edificio una protección cero, lo que implicaba que su demolición era necesaria. En el segundo inventario patrimonial, del año 2000, el mismo edificio recibió una protección de grado tres, es decir, estructural, en una escala en la que cuatro es el máximo. Este cambio de valoración tuvo influencia de la evolución en el concepto de patrimonio y fue protagonista en la revalorización del edificio. Esta transformación reflejó cómo los conceptos de patrimonio cambian con el tiempo”, aclaró.
Remarcó que, en la actualidad, tanto el plan vigente como el inventario necesitan ser actualizados. “La intendencia de Montevideo tiene previsto crear un nuevo inventario y, eventualmente, un nuevo plan”, comentó Spósito. Este asunto ha sido parte de la discusión en el gobierno anterior y sigue en la agenda del próximo. En ese aspecto, señaló que recientemente se finalizó el inventario del Centro, “el más grande en la historia del país y que requirió mucho esfuerzo”. Asimismo, se está considerando el Plan Especial de Ordenamiento, Protección y Mejora de Carrasco y Punta Gorda.
En el contexto de este plan hay diversas cuestiones en discusión que la administración está evaluando. “El objetivo es desarrollar un nuevo enfoque para la protección del patrimonio. Por lo tanto, la comisión recomendó a la Unidad de Patrimonio que actúe con cautela respecto de ciertos bienes, dado que el concepto de patrimonio es dinámico y ha evolucionado en los últimos 20 años. Es crucial proteger estos elementos, estamos avanzando en este camino”, afirmó Spósito.
En ese sentido, destacó que un plan urbano no es sólo un proyecto arquitectónico, sino un acuerdo social de cómo utilizar el territorio, que indica cómo proteger ciertos elementos. “Este mapa de ruta marca la dirección del desarrollo, pero en el día a día se define el recorrido. Los cambios en Carrasco y en la ciudad generaron la necesidad de ajustar ese plan, lo que sigue siendo un tema pendiente en la agenda. Este establece cómo se construye, la altura, ocupación del suelo, protegiendo determinadas cosas. El plan te indica hacia dónde vas; la vida misma hace el camino”, detalló.
Criterios para proteger
Carrasco forma parte de un sistema patrimonial en Montevideo, es uno de los diez barrios patrimoniales de la ciudad. Este sistema se desarrolló a partir del Plan de Ordenamiento Territorial y de una política patrimonial que comenzó hace 43 años pero se estructuró formalmente hace 25. La zona es considerada un área patrimonial desde 1990, y en 1998 se creó el sistema patrimonial.
Las reglas específicas para esta área están establecidas en un proyecto denominado Plan Especial de Ordenación, Protección y Mejora de Carrasco y Punta Gorda. El área patrimonial tomaba gran parte de Carrasco. Sin embargo, con el plan aprobado en 2010 se redujo el área patrimonial. El Plan Especial establece los criterios generales que guían la planificación del territorio y la normativa, incluyendo criterios específicos para el régimen patrimonial. Un tercer elemento clave en este sistema de regulación es el inventario patrimonial, que en el caso de Carrasco y Punta Gorda se aprobó con el plan especial, estableciendo un grado de protección para los padrones en el área.
En cuanto a los padrones y espacios públicos, la presidenta de la comisión, la arquitecta Lucía Pucci, dijo que es importante destacar que en Carrasco, al igual que en todo Montevideo, pero de manera particular en este barrio, el valor patrimonial y ambiental de los espacios públicos, como calles, plazas y jardines, es muy significativo. “Los jardines privados representan un alto porcentaje del valor ambiental en el barrio, integrándose al tejido urbano de una manera que puede no existir en otros barrios”, subrayó.
A su turno, la arquitecta Sofía Neira, de la Oficina del Área Patrimonial Carrasco y Punta Gorda, sostuvo que todas estas áreas se reconocen por las distintas valoraciones patrimoniales que se aplican, que están determinadas en el plan mediante la ordenación. Cada una presenta características fundamentales, que incluyen criterios de intervención para cualquier acción. Asimismo, agregó que en el mapa patrimonial existe un sector que no tiene límites claros entre lo público y lo privado, similar a un barrio jardín, donde el espacio público se confunde con el privado, lo que no ocurre en otros sectores que son más delimitados. “La valoración de Carrasco es amplia, ya que el área patrimonial abarca desde el paisaje arquitectónico y el parque General Lavalleja hasta Avenida Italia”, detalló Neira.
Spósito reafirmó que está claro que se necesita un nuevo plan y que debe haber un acuerdo sobre qué orientación se quiere dar a Carrasco. “Evolucionó el concepto de patrimonio y hay que protegerlo más y mejor, de otra manera, más intensamente. Debemos estar de acuerdo respecto de cuáles son los destinos de uso del suelo que debemos tener y en qué sectores. Estos son los dos aspectos que tenemos que afinar más. Es fundamental el peso del patrimonio en las áreas públicas y en los jardines”, señaló.
Un pasado de balneario
La historia del barrio está marcada por varios hitos que fueron consolidando la conectividad con el resto de Montevideo, lo que influyó en la percepción que se tenía en sus inicios. Dejó de ser un balneario exclusivo de veraneo para la clase alta y se convirtió en una zona de residencia permanente.
La historia del balneario Carrasco comenzó en 1889, cuando don Alfredo Arocena, tras graduarse en la Universidad de la República, viajó a Europa y se enamoró de la dinámica de Ostende (Bélgica). De regreso, en 1907 compró terrenos y en 1910 fundó la Sociedad Anónima Balneario Carrasco, con un proyecto de barrio jardín diseñado por Carlos Thays. El barrio fue nombrado así en homenaje a Sebastián Carrasco, uno de los primeros pobladores de Montevideo, llegado en 1726, y tío abuelo del prócer José Gervasio Artigas.
A pesar de que originalmente se lo pensó como un destino de verano, con la construcción del Hotel Carrasco (actual Sofitel), iniciada en 1912, el barrio comenzó a desarrollarse lentamente. En ese entonces, la rambla de Carrasco estaba compuesta por tramos desconectados, y el emplazamiento del hotel fue clave para su integración. Con el tiempo, estos tramos se unieron y, junto con la construcción de Avenida Italia, se mejoró la conectividad, lo que hacia 1940 impulsó a más personas a elegir Carrasco como lugar de residencia permanente.
En sintonía, Sofía Neira, añadió que fue entre 1940 y 1950 cuando dejó de ser un balneario exclusivo y evolucionó a zona residencial. “Este proceso fue gradual y estuvo marcado por un retraso en la unión de las ramblas, que podría relacionarse con el deseo de mantener la exclusividad del balneario. En los folletos de la Sociedad Balnearia de la época, Carrasco se promocionaba como una alternativa a las playas más populares, evitando la ‘molesta multitud’ y la ‘confusión de clases’, lo que llevó a que la conexión con otras zonas costeras no se priorizara al principio”, indicó Neira.
Otro de los mojones que marcó el crecimiento de Carrasco, según explicó Ernesto Spósito, fue el hotel Miramar, que hoy es la Escuela Naval. “En un principio se pensó como un hospital para tratar la tuberculosis. El proyecto cambió con los avances médicos, la Intendencia de Montevideo compró el predio y el arquitecto Juan Scasso lo rediseñó como un hotel turístico. Esto impulsó el crecimiento del barrio hacia el este, expandiendo el desarrollo que antes giraba en torno al que hoy es el hotel Sofitel”, comentó.
En ese aspecto, Spósito señaló que las modificaciones en Carrasco se vieron reflejados por cambios más amplios en Montevideo. “Carrasco dejó de ser un balneario hace tiempo y se convirtió en un barrio residencial, con distintas características según la zona. Algunas áreas se adaptaron a la vida permanente, mientras que otras aún mantienen su identidad original. Aunque en los últimos 40 años predominan las viviendas, surgieron oficinas en lugares específicos, como cerca de la calle principal, Arocena. Sin embargo, estos cambios también se dieron en otros balnearios, como Salinas y El Pinar, que se transformaron”, detalló.
“En cuanto a Montevideo, si comparamos Carrasco con Pocitos, por ejemplo, el cambio en este último ha sido mucho más radical, especialmente desde principios del siglo XX, con la construcción de edificios en altura y el desarrollo de la propiedad horizontal. Este fenómeno también ocurrió en otros barrios de la ciudad, como Tres Cruces, donde la construcción de centros comerciales tuvo un impacto significativo en la configuración urbana”, agregó.
Por otro lado, Spósito comentó que, durante mucho tiempo el centro administrativo y comercial de Montevideo estaba concentrado en la Ciudad Vieja y el Centro. No obstante, en los últimos 30 años la ciudad experimentó una radical descentralización. “La construcción del primer shopping marcó el inicio de este cambio, y Carrasco comenzó a desarrollarse comercialmente, específicamente en la avenida Arocena”, afirmó.
Recordó que en su época universitaria conseguir materiales en Carrasco era complicado, porque la tienda Mosca no siempre tenía lo mismo que la del Centro. Ahora, el centro comercial en el barrio y una avenida comercial consolidada, como Arocena, reflejan esa transformación.
“El estilo de vida que ofrece Carrasco, caracterizado por su baja densidad y tranquilidad, continúa siendo muy atractivo. Hoy en día, muchas personas eligen vivir en Carrasco precisamente por esta calidad de vida, que brinda cercanía al verde y a la rambla, algo que no se encuentra fácilmente en otros barrios de Montevideo”, expresó.
Oficinas en la zona
Neira indicó que, frente a proyectos específicos, las comisiones revisan y sugieren a la intendencia cómo continuar desarrollando la política patrimonial. En ese sentido, destacó que muchas oficinas están concentradas detrás del hotel Sofitel, una de las áreas más importantes del barrio. No obstante, “esto no significa que toda la zona tuvo cambios”, remarcó.
“El plan permite usos complementarios en los que se regula, por ejemplo, dónde se permite la actividad comercial y de oficinas. A pesar de que la normativa establece ciertas restricciones sobre dónde pueden ubicarse, actualmente no hay ninguna prohibición en Montevideo que impida las oficinas en los barrios, incluso Carrasco”, explicó.