“La conmemoración, ese recordar juntas y juntos, nos conecta con el pasado y nos abre la puerta a imaginar futuros, contribuyendo a elaborar memoria social y a alimentar sentimientos de identidad y de pertenencia colectivas”, dice la historiadora y coordinadora de Montevideo 300 años, trayectos, miradas e imágenes, el libro que conmemora los 300 años de Montevideo, Ana Frega, en el principio de la introducción a la lectura. En el cierre sostiene que en las páginas habrá “capas de lectura, diálogos intertextuales, líneas transversales y tramas que recorren los textos”.
En diálogo con la diaria Frega insistió en los mismos conceptos, hizo hincapié en que el libro “no tiene un orden cronológico” y que lo que lo destaca son “todas las lecturas que permite”, desde la mirada de los casi 80 autores que participaron y que en setiembre del 2023 emprendieron el objetivo de contar Montevideo desde lo personal, lo institucional y lo colectivo.
El libro, que se presentará a fines de mayo, surgió de un convenio entre la Intendencia de Montevideo y la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República, incluye un prólogo escrito por Carolina Cosse y se divide en cinco bloques: Historia, pasado y futuro; Paisajes y lugares; Organización, servicios, actividades productivas; Pensamiento, artes, tiempo libre; y Colectivos, intervenciones, presencias. Según Frega, cada bloque tiene una gran presencia de imágenes, que se seleccionaron con la colaboración de todos los autores y del Centro de Fotografía de Montevideo, y se incluyeron cuidadosamente. En el libro se acompañan del diseño de Nairí Aharonián.
El proceso
A través de algunas preguntas, la coordinadora del proyecto resumió un trabajo de investigación y creación que se extendió por aproximadamente ocho meses y quedó plasmado en alrededor de 500 páginas que están a punto de ver la luz.
¿Cómo inició el proceso de creación?
Trabajamos en otros procesos creativos antes del libro. El convenio que se firmó en 2022 con la Intendencia tiene tres líneas y todas cumplen el hecho de que este tipo de conmemoraciones por un lado permiten aportar información y conocimiento, y por otro se vinculan con la gente. Las líneas se desarrollaron en los barrios bajo el título “Cuenta Montevideo desde tu barrio” y la segunda línea de la investigación fue una colección de 15 fascículos que se llama Nuestra Montevideo. El primero se presentó en diciembre y trata sobre las identidades y los imaginarios de Montevideo, va a salir uno sobre territorio y otros sobre diversos temas. En resumen, son especialistas que abarcan diversos temas como el patrimonio, las mujeres, la historia de la ciudad, es algo académico pero con un lenguaje y una propuesta visual para todo público.
Convocamos a personas de las artes, de las ciencias, de la comunicación, también a los alcaldes y alcaldesas de los ocho municipios de Montevideo y a colectivos, bajo una sola consigna que a primera vista es muy sencilla: escoger un número acotado de imágenes que para los autores representan Montevideo.
¿Y el libro por los 300 años en particular?
El libro conmemorativo está pensado como libro objeto. No es un estudio sobre la arquitectura de Montevideo y de muchas otras cosas que va a estar en los fascículos, lo que se me ocurrió desde la coordinación fue apostar a la polifonía de voces, al mosaico de miradas y a una diversidad de propuestas. Para esto convocamos a personas de las artes, de las ciencias, de la comunicación, también a los alcaldes y alcaldesas de los ocho municipios de Montevideo y a colectivos, bajo una sola consigna que a primera vista es muy sencilla: escoger un número acotado de imágenes que para los autores representan Montevideo acompañadas de una fundamentación breve. La principal labor es la selección de cada uno, las dificultades de transmitir algo sobre lo que tal vez no hay imágenes, parece una consigna simple pero abrió un montón de preguntas.
¿Cómo fue la selección de lo que propuso cada autor?
El libro se empezó a construir desde la convocatoria de los autores y las autoras, también gracias a fotógrafos que cedieron fotografías que necesitábamos. Los lugares de Montevideo se ven de distinta manera según los aspectos que priorizó cada uno, en todo caso el ida y vuelta estuvo sobre la calidad de las fotos, cómo lograr incluirlas con los estándares necesarios para el libro, también hubo imágenes que no tenían los permisos, otras las producimos.
Creo que hay algunas ideas que recorren el libro que tienen que ver con la solidaridad, con los derechos humanos, con la inclusión social, los desafíos frente al futuro.
¿Cómo resumirías, además de lo que ya dice el prólogo, algo de lo que quedó representado en el material?
Ahora que ya tenemos el producto en la imprenta lo que rescato del resultado es que las aproximaciones que queríamos mostrar desde lo personal, lo institucional o lo académico, atraviesan todo el libro. Además, se trata de lecturas que generan otros trayectos, otras miradas. El lector va a recrear las imágenes desde su propia experiencia también, por eso digo que es una especie de mosaico que no cierra. Creo que hay algunas ideas que recorren el libro que tienen que ver con la solidaridad, con los derechos humanos, con la inclusión social, los desafíos frente al futuro. Además de estas ideas generales hay formas diferentes para ver cada tema. Son casi 80 los autores, 75 contribuciones, pero algunas tienen más de un autor. En principio se pensó en 300 años en 300 imágenes pero estas nos desbordaron, son más.
¿El orden del libro es cronológico?
No, el libro se organiza por trayectos y no en forma cronológica porque no es un libro de historia, parte de un trayecto que se divide en cinco bloques. Es una forma de organizarlo, claro que se podría haber hecho de otra manera, es una sugerencia de lectura que permite que el lector pueda empezar por cualquier lado, por cualquier página. Insisto en que la suma de cada una de las contribuciones es algo más que la mera suma de ellas, precisamente por todas las lecturas que permite. Es un libro que abre otros canales de lectura.
¿Cuáles son los lugares de la ciudad elegidos por los autores?
El Cerro de Montevideo, la rambla, la avenida 18 de Julio, son los espacios que se recrean en cada lectura. Aparecen manifestaciones culturales como el teatro y el cine, también movilizaciones sociales, el espacio de la protesta, de la formación, de la investigación científica. Algo se puede ver en la fotogalería que está ubicada en el parque Rodó, allí hay una pequeña selección, un adelanto del libro que por supuesto que no cabía allí.
¿Con qué te quedás de todo el proceso?
Aprendí muchísimo del contenido y del poder tomar conocimiento e interactuar con los autores. La coordinación fue un desafío en sí mismo, por la cantidad de personas que participaron pero también lo fue buscar el equilibrio, diversidad y las distintas miradas aun sabiendo que la selección siempre es subjetiva y que cada persona podría hacer otro libro. Sabemos que hay cosas que no están pero también sabemos que eso siempre ocurre, lo que nos preocupó fue que las cosas que están, estén bien.