Como “una de las experiencias cinematográficas más maravillosas del año” describe el sitio especializado EspinOf a Cold War, la película del director polaco Pawel Pawlikowski que ganó el sábado los Premios del Cine Europeo en las categorías mejor película, mejor director, mejor actriz (para Joanna Kulig) y mejor guion. Ambientada en la Europa de la Guerra Fría, la cinta es el relato del romance imposible entre un pianista y una cantante de pueblo, a lo largo de varios años turbulentos en la historia de Europa.
El premio a mejor actor, en tanto, fue para Marcello Fonte, por su desempeño en Dogman, dirigida por el italiano Matteo Garrone.
La muerte de Stalin, del director británico Armando Iannucci, recibió el premio a mejor comedia, mientras que el primer lugar como película de animación lo ganó Un día más con vida (Another Day of Life), versión animada del libro de Ryszard Kapuscinski sobre la guerra civil en Angola, dirigida por Raúl de la Fuente y Damian Nenow. En la categoría documental el premio fue para Bergman: A Year in a Life, de Jane Magnusson. Entre los 15 cortometrajes presentados resultó ganador The Years, mientras que el premio Fipresci fue para Girl, del director belga Lukas Dhont, y el premio del público fue para Call Me by Your Name, del italiano Luca Guadagnino.
La ceremonia, conducida por la española Rossy de Palma, tuvo uno de sus momentos culminantes cuando una emocionada Carmen Maura subió al escenario por su reconocimiento como “reina del cine europeo” y se dirigió al público “en un ‘spanglish’ al más puro estilo almodovariano”, según descripción de la agencia de noticias Efe. “Nunca me ha pasado ponerme a llorar como una magdalena en una ceremonia”, dijo Maura, y pidió “a todas las actrices que empiezan” que no se obsesionen con “el body”, porque, “to be actress no hay que ser la más beautiful ni la más flaca”.
La gala, celebrada en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, tuvo varios momentos emotivos y se destacó por un tono marcadamente europeísta. La directora de la European Film Academy, Agnieska Holland, advirtió que “la situación en Europa está cambiando; el cine y el arte están en peligro y no debemos dejar que nuestros gobernantes nos callen”, en alusión a creadores europeos encarcelados y censurados.