Los videojuegos imponen sus reglas desde el primer minuto en el que agarramos un joystick. Si bien nos adaptamos naturalmente a su sistema, esto implica una barrera física que las consolas dictan a las personas con discapacidad. Por ende, Microsoft presentó el Adaptative Controller, un nuevo mando para su consola Xbox One. Este control, básicamente, es una plataforma compuesta por dos discos táctiles, la típica cruz de cualquier mando y una serie de puertos USB que permiten conectar el control con otros aparatos, para generar un periférico personalizado para cada individuo.
Tanto en el video de presentación como en la noticia oficial lanzada desde el portal de Microsoft se puede ver que el grado de personalización del Adaptative Controller es inigualable en la historia de la accesibilidad de los videojuegos. Desde conectarle pedales para jugar con los pies, fijarlo a una silla de ruedas o colocarlo en el ángulo deseado, la posibilidad de mezclarse con otros dispositivos lo hace un salto de calidad para que las personas con discapacidad puedan relacionarse sin obstáculos con los videojuegos.
En un reportaje para Ars Technica, Phil Spencer –CEO de Xbox– dijo que solo quiere que más gente pueda jugar videojuegos. Por ende, se mostró abierto a enseñar y participar en conjunto con otras compañías, sobre el Adaptative Controller: “nunca convertiría esto en una competencia entre Sony, Nintendo y Microsoft” dijo el ejecutivo.