Como ha planteado el investigador y crítico de arte Pablo Thiago Rocca, la historia del arte uruguayo de la segunda mitad del siglo XX no se podría entender sin el lugar que ocupó el marchand Enrique Gómez, que falleció el lunes en Montevideo. Como señala el especialista en un artículo del semanario Brecha, su interés por el arte también abarcó distintas expresiones culturales, apoyando a artistas jóvenes desconocidos, e incluso a “aquellos en situación de reclusión y clandestinidad durante los tiempos de la dictadura cívico-militar”. Fundó –junto a otras como Arte Bella y Diri– la mítica galería U, que nucleó a la generación del Dibujazo y en la que un importante número de artistas (Nelson Ramos, Adolfo Nigro, José Gamarra, Luis Solari, Magalí Herrera) brindó sus primeras exposiciones. Como escribió Yamandú Canosa cuando se enteró de su fallecimiento, Gómez era “riesgo y compromiso”. Por eso, y tantas otras apuestas, reconoce que el arte uruguayo le debe muchísimo.