La segunda temporada de la extraordinaria Suburra fue anunciada por Netflix para el 22 de febrero. Basada en la novela de Giancarlo de Cataldo, Suburra fue adaptada al formato cinematográfico en 2015, en una película dirigida por Stefano Sollima, y en 2017 llegó al formato miniserie bajo la dirección alternada de Giuseppe Capotondi, Andrea Molaioli y Michele Placido.

La primera temporada, en la que un trío de jóvenes establece una amistad que contraviene varias normas de pertenencia social, fue un éxito rotundo, y la segunda temporada, que ya había sido anunciada, se esperaba con impaciencia. Ambientada en Roma, la historia da cuenta del conflicto de intereses en torno a un grupo de terrenos en el balneario costero de Ostia, próximo a la capital, que deriva en una sangrienta disputa que involucra al crimen organizado, al clero y a la clase política. Los protagonistas se la segunda temporada son los mismos que conocimos en la primera: Aureliano (Alessandro Borghi), Spadino (Giacomo Ferrara) y Lele (Eduardo Valdarnini); Sara Monaschi (Claudia Gerini), una ambiciosa asesora financiera que trabaja para el Vaticano, el político Amadeo Cinaglia (Filipo Nigro) y el jefe mafioso Samurai (Francesco Acquaroli).

Al final de la primera temporada los tres amigos terminaron separados y en bandos rivales. La nueva entrega empieza tres meses después de ese final, y cuando faltan dos semanas para la elección del nuevo alcalde de Roma.

Según se informó, la segunda temporada se rodó en más de 100 locaciones en la capital romana y sus alrededores, y hay que decir que el detalle no es menor: uno de los aspectos más llamativos de la serie (a diferencia de la película de 2015) es la impactante presencia de la ciudad en la ficción. En esta ocasión habrá escenas en el casco antiguo (el nombre de la novela se relaciona directamente con el rione Monti, la antigua Suburra latina), en Calatrava, Palazzo Spada y en la Via della Conciliazione, además de las filmadas en la costa, tanto en las playas de Ostia como en las de Fiumicino.