Los responsables de It: capítulo 2 vienen insistiendo en que no se trata de una continuación de It (2017), sino de una segunda parte. De hecho, esta nueva entrega adapta la segunda mitad del mismo libraco (unas 1.100 páginas) de Stephen King en el que se basaba It, está realizada esencialmente por el mismo equipo –incluso el argentino Andrés Andy Muschietti en la dirección– y aun fue anunciada antes de que se empezara a rodar la primera, que se ciñó expresamente a la primera mitad del libro y dejó las puertas abiertas a la segunda.

Pero tampoco es tan así: por algo, la primera película fue pensada como autosuficiente y no la llamaron It Chapter One sino It. Se ve que los productores quisieron asegurarse de que su recepción en la taquilla valdría efectivamente la pena antes de darle luz verde al Capítulo 2. Los flashbacks ubicados en la época de la primera película no fueron filmados en aquella ocasión, cuando los niños tenían entre 13 y 14, sino dos años después, cuando ya tenían entre 15 y 16, y hubo que “descrecerlos” digitalmente. Lo malo es que ese lapso entre una entrega y otra generó una hiperconciencia del éxito que distorsionó la realización.

En este Capítulo 2, el payaso-monstruo Pennywise, luego de su ciclo habitual de 27 años de hibernación, regresa para un nuevo período de apariciones aterrorizantes y para morfar niños y adultos. Los Losers, el grupito de púberes que, en forma inesperada, se habían convertido en los más temibles enemigos de la criatura y estuvieron a punto de matarla en 1989, en 2016 rondan los 40 años y confluyen en su pueblo natal de Derry para el embate definitivo contra el mal.

La franja de edad de los personajes, asociada a un presupuesto holgado, permitió la presencia de figuras en un rango de estrellato que no suele caracterizar al cine de terror, como Jessica Chastain, Bill Hader o James McAvoy. Y hubo un gran empeño para que el film tuviera el estatus de un “evento cultural”: cameos de Stephen King y del prestigioso director Peter Bogdanovich, una breve cita de El resplandor (1980, de Stanley Kubrick, también basada en King). El reencuentro con los personajes está cercado por una carga de solemnidad como si estuviéramos reencontrando efectivamente, luego de 27 años, a los personajes de un clásico del cine, cuando en la cruda realidad sólo pasaron dos añitos desde una película agradable que, en el caso improbable de convertirse en clásico, todavía no añejó lo suficiente como para concretar dicho destino. El inflado epílogo incluye un discurso sobre lo que significa ser un Loser, como si se tratara de la Comunidad del Anillo o de los Avengers. Todas las escenas sobrenaturales están bañadas por una música “maravillosa”, con coro femenino, como en las escenas culminantes de Encuentros cercanos de tercer tipo (1977) o Los cazadores del arca perdida (1981), pero allí estábamos ante un primer encuentro con una civilización extraterrestre y con los mandamientos de Dios, no con un payaso antropófago.

La primera It empezaba con una versión excelente de la clásica escena inicial del libro, la del barquito de papel y la alcantarilla, valorizada, además, por una muy buena caracterización de Pennywise en la interpretación formidable de Bill Skarsgård. Aquí el actor está igual de bien, pero no hay ninguna escena comparable. En todo caso, algunas de las criaturas (alucinaciones o encarnaciones de It) logran ser efectivamente repulsivas.

El primer largo construía la noción de un pueblo chico donde se producían, en forma traumática, los ataques de It. Aquí, el pueblo de Derry es como un paisaje casi desierto, donde, de vez en cuando, asoma algún personaje para luego desaparecer: ¿qué pasó con los agresores homofóbicos del inicio, o con la familia de la niña que Pennywise mata hacia la mitad de la película? Es como si la ciudad fuera una ilusión, de existencia incierta, como casi todo lo que ocurre en el film. Durante la mayor parte del metraje, cada uno de los Losers, separado de los demás, intenta recuperar sus recuerdos y vive episodios pesadillescos, que no queda del todo claro si son alucinaciones o si son “reales”.

En algunos casos, los personajes salen de eso como si nada hubiera ocurrido (aparte del susto), y en otros, con consecuencias físicas (una herida, una mancha) que indican que pasó algo concreto. Uno nunca sabe qué tanto debería preocuparse con lo que está viendo: puede ser sólo el asomo de una criatura repugnante en un tren fantasma, o puede ser un peligro de muerte. De vez en cuando alguno muere, y, en otros casos, no. It parece ser invencible y omnipotente, pero de pronto alguien tiene una idea medio tonta (hacerle bullying) y con ese artificio lo matan. ¿Lo mataron efectivamente? Todo es tan incierto que quedan abiertas las puertas para una resurrección, para que se descubra que tenía un hijo o lo que sea. Ese aspecto pesadillesco deja la sensación de una película surrealista, pero abaratada por circunscribirse a valores morales tradicionales, seudoexplicaciones y música solemne. Un surrealismo, además, cobarde y lavado (el díptico cinematográfico autocensuró un momento central del libro, que es el episodio orgiástico en el que Bev –Beverly Marsh– tiene sexo con todos sus compañeros Losers).

Esta segunda parte sucumbió a lo que podría llamarse el síndrome de Piratas del Caribe (2003-2017), es decir, lo que empezó como una comedia deliciosa deriva, embriaguez del éxito mediante, en una saga recargada y rimbombante. Por algún motivo, la Hollywood actual entró en un período en el que sólo parece concebir o justificar la posibilidad de extender una aventura por el lado de lo grandioso, y esa grandiosidad se conquista mucho más por el tono y la retórica que por la sustancia. Aunque, en definitiva, sigue siendo mucho más movilizador y memorable el miedo del niño ante el agujero negro de la vereda por el que se cayó su barquito de papel.

It: capítulo 2 (It Chapter Two). Dirigida por Andy Muschietti. Basada en novela de Stephen King. Con Jessica Chastain, Bill Hader, Bill Skarsgård. Estados Unidos, 2019. En Ejido, Torre de los Profesionales, Ópera, Grupocine Punta Carretas, Life Punta Carretas, Movie Punta Carretas, Movie Montevideo, Nuevocentro, Portones, Costa Urbana, Las Piedras Shopping, Punta Shopping, Colonia Shopping, Shopping Paysandú, Shopping Salto, Siñeriz (Rivera).