Este año, la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático (EMAD) deberá elegir a un nuevo director que suceda a Santiago Sanguinetti en su mandato. Luego de que los órdenes propusieran sus candidatos (Levón por el orden docente y de egresados, y Ramiro Pallares y Sofía Etcheverry por los estudiantes), en ciertos ámbitos de la escuela surgió la incógnita sobre la legitimidad de la postulación de Pallares, ya que integra el equipo de dirección de la dirección de Cultura de la Intendencia de Montevideo (IM), a cargo de Mariana Percovich, que es quien debe designar al nuevo director de la EMAD, a partir de las candidaturas que presente el claustro.
“El tema es muy sencillo: la escuela tiene un sistema de cogobierno autorizado por una resolución de la IM desde 1986, y eso establece que los órdenes, en el marco del claustro, son los que proponen los candidatos a la dirección de la EMAD para elevar una nómina a la dirección de Cultura”, dijo a la diaria Pallares, y recordó que, en los períodos de 2004 (cuando asumió Percovich como directora de la escuela), 2008 (Alberto Coco Rivero) y 2011 (segundo mandato de Percovich), el claustro había decidido hacer llamados abiertos para que los postulantes presentaran sus proyectos. “Tanto en 2016 como en 2019 el claustro definió que no hubiera un llamado, sino una convocatoria, y los órdenes propusieron nombres que después el claustro debía avalar. Ya en 2016 el orden de estudiantes me había convocado, y ahora volvieron a hacerlo”, sostuvo Pallares. Señaló que esto “está dentro de las normas que establece el claustro, y no hay nada que a mí me impida aceptar la postulación de los estudiantes. Después, la dirección del departamento resolverá, y si va mi nombre en la nómina, la dirección podrá designarme, porque está dentro de sus potestades. De modo que iré o no en la nómina de acuerdo a las decisiones que tome la escuela. No estoy impedido, y además no me postulé: me llamaron”.
Contó que en 2016 había aceptado ser parte del proceso de elección porque creía que era “un lindo desafío”, si bien les planteó que no iba a poder ser director por dos razones: “Hacía diez meses que había empezado a trabajar en el departamento, y como era reciente la salida de Mariana de la escuela, tenía mucha chance de que, por el vínculo que tenía con ella, no hubiese una buena valoración por parte de otros órdenes para que estuviera. Pero ahora, cuando empiece la nueva gestión de la EMAD, a nosotros nos quedarán seis meses” al frente del departamento, ya que la asignación es en enero de 2020, y el actual mandato de la IM cesa el 1º de julio. “El sábado, los tres candidatos [Levón, Etcheverry y Pallares] tendrán una entrevista con el claustro, y si hubiese algún impedimento o alguna visión de que yo no debería estar, no me habrían convocado”, expresó.