“Por razones de fuerza mayor La Gringa teatro decide bajar de cartel el espectáculo CUBA, cuyas funciones estaban previstas para el mes de octubre”. Así se anunciaba el viernes, en el perfil de Facebook de la sala, la decisión de suspender las funciones de Cuba o eso la arenera, la obra de la compañía Teatro de Arte del Fondo (TAF) escrita por Federico Puig y dirigida por Fernando Hernández que estaba programada para todos los jueves y viernes de octubre.

Inspirada en un hecho ocurrido en el cementerio de La Recoleta, en Buenos Aires, la pieza se proponía problematizar cuestiones como la lucha política, sus posibilidades, sus herramientas y su alcance en el contexto de la llegada al poder de los “progresismos” y con la consiguiente retirada de los militantes de los ámbitos de la lucha social. Pero el evento que disparó la ficción –el frustrado atentado, en 2018, contra el mausoleo del coronel Ramón L Falcón, feroz represor del movimiento obrero argentino asesinado en noviembre de 1909 por el joven anarquista ucraniano Simón Radowitzky, de 17 años– sería el que determinara también que la obra bajara de cartel. Según explicó el elenco en Instagram, los integrantes del colectivo recibieron, a través de las redes sociales y “en forma pública y privada”, amenazas que iban desde la promesa del boicot al espectáculo hasta el anuncio de que los esperarían afuera y harían un escrache en la puerta, además de la expresión de deseos de “verlos arder”. Los que hicieron público su enojo con la pieza en las redes se mostraron particularmente indignados por el uso que TAF hizo de las imágenes de los militantes anarquistas detenidos luego del atentado frustrado en el cementerio de La Recoleta hace dos años. Las caras de ambos –un hombre y una mujer– circularon sin ningún tipo de protección de su identidad en anuncios de la obra.

La función del jueves 1º se realizó con normalidad y, aunque desde la sala se había solicitado protección policial, los efectivos no se hicieron presentes en el horario convenido y avisaron que estaban en la puerta del teatro a las 23.30, cuando ya todos se habían retirado, informó Montevideo Portal.

Los integrantes de TAF destacan que la decisión de levantar el espectáculo fue de la sala en forma unilateral y que los hechos que se presentan en la pieza constituyen una ficción.