Desde el comienzo de la pandemia, se repite que las artes escénicas son de las primeras actividades en suspenderse y, como ahora se confirma, de las últimas en regresar, sufriendo una embestida que detiene su maquinaria y amenaza su supervivencia. “Necesitamos hacer visible la situación de emergencia económica por la que estamos pasando quienes trabajamos en el sector artístico y cultural. Por eso, pedimos al Poder Ejecutivo la aprobación de protocolos que nos permitan reabrir los espacios culturales para poder retornar a nuestras actividades laborales”, dice el colectivo de Artistas y Trabajadores de la Cultura, un nuevo ámbito que reúne a artistas y trabajadores independientes de todo el país, quienes solicitan al gobierno que “asegure los derechos de quienes forman parte del rubro artístico y genere las garantías necesarias para poder desarrollar” sus tareas “en forma digna”.
Se proponen ser “un espacio de contención y construcción colectiva entre personas diversas que se retroalimentan”, porque creen que sólo desde lo grupal se pueden alcanzar verdaderas transformaciones. Desde esa línea, este espacio de pensamiento, de estímulo y alianza entre distintas disciplinas, propone otras formas de expresión que visibilicen la precarización a la que se enfrenta el sector cultural. Cuando se declaró la emergencia sanitaria y distintas compañías y artistas independientes decidieron reunirse para pensar en conjunto abordajes y posibles soluciones, realizaron un relevamiento de cómo repercutía la pandemia en su trabajo, mientras se organizaban solidariamente y manifestaban al gobierno la necesidad de que se contemplara al sector.
“A partir de ese primer grupo amplio, diverso y dinámico”, se pensó en generar una intervención, “en principio, como llamado de atención a las autoridades frente a la necesidad de que se apruebe un protocolo presentado al MEC [Ministerio de Educación y Cultura] para abrir los espacios de formación”. Pero esa primera intención, dicen, se fue transformando, y a medida que se pensaban como sector, decidieron hacerse presentes como “miembros activos de esta sociedad”, ampliando sus “intereses más allá de pedidos puntuales”, y trabajando, desde lo colectivo, a favor de derechos y su rol en la “construcción cultural”, convencidos de que este contexto era una nueva oportunidad para estar presentes y activos. Luego de este proceso, y la experiencia de su primera intervención en un espacio público a comienzos de junio, que reunió a cientos de trabajadores, el grupo se piensa como un “colectivo en construcción, conformado por artistas independientes y trabajadores de la cultura que buscan aunar esfuerzos y contemplar los reclamos de todo el sector cultural”. Su propuesta de trabajo, dicen, es generar intervenciones artísticas en espacios públicos para provocar un impacto que dialogue con la sociedad.
Así, bailarines y titiriteros, actores, directores y dramaturgos, escenógrafos, técnicos, vestuaristas e iluminadores, y trabajadores culturales, ensayan nuevas respuestas frente a la emergencia del presente. Por eso, el jueves (estaba previsto para hoy pero se pospuso por mal tiempo) en la plaza Independencia, a las 12.15, convocan a todos los trabajadores de la cultura a que asistan con una prenda, objeto o distintivo de su rol u oficio, y lleven una “butaca” propia, ya que esta segunda consigna será formar una gran platea, teniendo en cuenta la distancia sugerida y el uso de tapabocas. Así, el colectivo apunta a visibilizar esa ausencia de encuentro colectivo con la materialidad de las butacas, que ahora se hace presente en un nuevo ensayo, para evidenciar su rol actual de “espectadores detenidos”. Y volviendo a encender, así, la llama de la creación colectiva.
Subsidio a artistas
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el MEC anunciaron un subsidio, durante dos meses, de 6.800 pesos para 1.500 artistas y trabajadores de la cultura que han sido afectados por la emergencia sanitaria. La medida comprende a la Sociedad Uruguaya de Actores, la Asociación Uruguaya de Músicos Independientes, Agremiarte, la Asociación de Danza del Uruguay y la Sociedad Uruguaya de Artistas Intérpretes, quienes enviarán los listados, y los beneficiarios deberán realizar una declaración jurada. En la misma línea que el Fondo Solidario Cultural Ruben Melogno, este subsidio está dirigido a aquellos que ejerzan “la actividad artística como única o principal fuente de ingresos” y que no cuenten con otros subsidios del Estado.
El viernes, cuando se anunció esta medida, también se difundió la nueva fecha de reapertura de las escuelas artísticas, prevista para el miércoles 8 (salvo las ubicadas en el departamento de Treinta y Tres).