En estos días Netflix estrenó Bosque adentro (The Woods), una miniserie de seis episodios basada en una novela de Harlan Coben y protagonizada por Paweł Kopiński (Grzegorz Damięcki/Hubert Miłkowski), un fiscal de Varsovia que reconoce, en el cadáver de un hombre víctima de homicidio, a un adolescente desaparecido de un campamento de verano 25 años atrás, la misma noche en que desapareció su propia hermana, de 15 años, y murieron asesinados un chico y una chica. La historia se cuenta en dos líneas temporales que se alternan durante los seis capítulos: el presente, en el que Pawel es un funcionario judicial que enviudó hace poco y cría solo a su hija, y el verano de 1994, cuando era chaperón (acá le diríamos “líder”) de un grupo de adolescentes en un campamento de vacaciones junto a un lago.

Bosque adentro es un buen producto del género: la narración es ágil y clara, los actores son creíbles y hay suficiente drama humano como para atrapar al espectador desde el principio. Y claro, además está el bosque. Como en cualquiera de las muchas series de este tipo, hay numerosas tomas aéreas que nos dejan ver el movimiento de las copas de los árboles, ese cerrado y ondulante techo verde que parece decir que el bosque tiene vida propia, que es inexpugnable y que lo que pasa en él se queda en él.

No se sabe aún si habrá una segunda temporada, pero el final es suficientemente abierto como para que podamos suponer que sí.

Bosque con pantano

El pantano (Rojst) está ambientada en 1982. Polonia es todavía un país del bloque socialista, y la investigación de la muerte de un dirigente comunista y una prostituta no es precisamente una tarea fácil para Piotr (Dawid Ogrodnik), un joven periodista ucraniano que se resiste a informar únicamente sobre las llegadas de provisiones a los centros de abastecimiento. Oscura y opresiva como se supone que era el socialismo real en esos años, la historia incluye siniestros secretos que duermen desde los días de la guerra, maniobras políticas y corrupción a todos los niveles, y, claro está, penas de amor, traición y claudicaciones. Y sí, también hay bosque, y donde hay bosque hay misterio.

La fortaleza de esta serie está menos en la narración que en el clima general y, sobre todo, en los personajes. Piotr es irresistible aunque nadie podría describirlo como especialmente guapo, y Witold (Andrzej Seweryn), el periodista veterano que al principio lo sufre y después lo apadrina, es una excelente versión del funcionario aplastado por el engranaje estatal y su vigilancia.

Son sólo cinco episodios y tampoco se sabe si va a tener continuidad, pero vale la pena.

Redes

Ola Serafin (Marta Nieradkiewicz) es la protagonista de Ultraviolet, una serie más bien liviana en la que un grupo de hackers recibe denuncias y ayuda a resolver casos que la Policía no consigue resolver. Ambientada en el presente, con Polonia como país miembro de la Unión Europea, aparecen sin embargo hilachas del pasado en asuntos como la restitución de viviendas expropiadas (que ahora terminan en manos de especuladores inmobiliarios y gentrificadores) o el regreso de intelectuales o artistas que habían escapado del comunismo.

Basada en The Skeleton Crew: How Amateur Sleuths Are Solving America’s Coldest Cases (Deborah Halber, 2014), un libro de no ficción que repasa el fenómeno de detectives aficionados que operan usando recursos de internet, tiene hasta el momento una única temporada de diez episodios realizada por AXN, pero la compra de los derechos por parte de Netflix hace pensar que es posible esperar una segunda entrega.

Bosque adentro (The Woods). Harlan Coben, 2020. El pantano (Rojst). Jan Holoubek, Michal Marczak, 2018. Ultravioleta (Ultraviolet). Wendy West, 2017-2019.