Hace una semana, cuando la directora del Museo Histórico Fotográfico de Quilmes fue a la institución, que se encuentra cerrada por la cuarentena, le llamó la atención el desorden. Pero ni bien avanzó, confirmó la causa: habían robado todo lo que se encontraba en este museo de la provincia de Buenos Aires, en total 126 piezas de colección del siglo XIX y XX, entre decenas de cámaras (“cámara de galería con obturador de aire de 1900”, “cámara playera con fotos de la ribera de Quilmes de época”, se lee entre los faltantes), lentes, películas, diafragmas y una radio a transistor; más allá de que, como difundió Clarín, los ladrones no dejaron de lado elementos de mantenimiento, como papeles de lija, guantes de látex, franelas y hasta desodorantes de ambiente.

La agencia de noticias Télam confirmó que las piezas habían sido recuperadas, luego de haber sido confiscadas de la casa de un coleccionista uruguayo de 76 años, que vive en Banfield, y que dijo haberlas comprado “de buena fe”.