El sábado 2 de enero se estrenó en Dinamarca la animación John Dillermand, pensada para niños de entre cuatro y ocho años. Su protagonista, quien da nombre a la serie, se caracteriza por tener el pene más largo del mundo.

Este simpático bigotudo viste un traje de baño a rayas rojas y blancas, que incluye una extensión hecha con la misma tela, en la que lleva aquello que lo hizo mundialmente famoso y que le permite realizar proezas como pasear al perro, preparar un asado o volar (luego de engancharlo a varios globos, claro).

Su aparición no estuvo exenta de polémica. “¿Es este el mensaje que queremos dar a los niños en medio de una gran ola del #MeToo?”, se preguntó la escritora danesa Anne Lise Marstrand-Jørgensen, según recoge The Guardian. “Pretende ser gracioso, por lo tanto es visto como inofensivo. Pero no lo es, y se lo estamos enseñando a nuestros hijos”, declaró Christian Groes, investigador de género de la Universidad de Roskilde.

Otros creen que el rechazo es desmedido, como Erla Heinesen Højsted, psicóloga clínica que trabaja con familias y niños. “John Dillermand les habla a los niños y comparte su manera de pensar: ellos encuentran graciosos a los genitales”.

“El programa muestra a un hombre impulsivo, que a veces pierde el control y comete errores. Como lo hacen los niños. Pero Dillermand siempre termina haciendo lo correcto. Asume la responsabilidad de sus actos. Cuando una mujer en el programa le dice que debería guardar el pene en sus pantalones, la escucha. Es responsable”.

John Dillermand, cuyo apellido literalmente significa “hombre pene”, es la última creación de DR, el canal público danés, que tiene la reputación de jugar al límite de lo acostumbrado en programación infantil, como por ejemplo cierta vez que presentó a un personaje masculino al que le gustaba usar ropa de mujer.

La respuesta oficial ante las críticas fue que podrían haber hecho un programa “sobre una mujer que no tiene control de su vagina”, y que lo más importante es que el público objetivo se entretenga. “Consideramos que es una tarea importante poder contar historias sobre el cuerpo. Con esta serie reconocemos la naciente curiosidad de los niños por el cuerpo y los órganos genitales, así como la vergüenza y el placer del cuerpo”.